Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind

El papel como material constructivo para encontrar nuevas formas arquitectónicas

Chameleon Cabin es un proyecto que pone al límite la capacidad del papel como material constructivo. Diseñada por el arquitecto sueco Mattias Lind para la casa de impresión Göteborgstryckeriet, esta pequeña cabaña modular utiliza únicamente cartulinas de dos milímetros de espesor para configurar una estructura estable, ligera y que cambia de color en función de la perspectiva.

Chameleon Cabin es un proyecto que surge de la colaboración del arquitecto Mattias Lind, la casa de impresión Göteborgstryckeriet y la agencia de branding Happy F + B. La idea surge como una campaña de publicidad que pudiese demostrar la versatilidad y resistencia del papel de Göteborgstryckeriet, una de las firmas más importantes de Europa. “Nuestro brief consistía en crear un concepto comunicativo que expresase hasta qué punto podían imprimir cualquier cosa”, explican desde Happy F + B. El proyecto recae finalmente en White arkitekter, un estudio de arquitectura liderado el sueco Mattias Lind que aprovecha la ocasión para explorar los límites del papel como material constructivo y buscar nuevas formas arquitectónicas.

La casa se configura como una pequeña cabaña de tres metros de altura y tejado a dos aguas. Sus proporciones vienen determinadas por el friggebod, un cobertizo típico de Suecia que puede erigirse sin necesidad de licencias de construcción. El único requisito que exige el estado sueco es que sus dimensiones no superen los quince metros cuadrados.

La cabaña ha sido levantada gracias a 95 módulos de papel corrugado acoplados entre sí. Cada una de estas unidades ha sido fabricada con cartulinas Miniwell de 1,2 x 1,6 metros y dos milímetros de espesor. La rigidez y estabilidad de este material no están reñidas con su ligereza: en total, el edificio apenas supera los cien kilogramos de peso.

Sobre cada lámina de papel se han impreso dos dibujos distintos: una textura de mármol blanco y un relieve de mármol negro. Estos módulos se doblan verticalemente y encajan en una pared de papel creando una serie estriada que funciona como fachada. De esta manera, cuando el observador se mueve alrededor de la casa, los colores de los módulos se van alternando.

En el interior se despliega una única estancia de siete metros cuadrados de superficie. Sus paredes han sido pintadas de un amarillo brillante con el fin de proyectar una atmósfera acogedora y luminosa al interior. Este color, que contrasta fuertemente con los tonos más discretos de las fachadas, añade una nueva personalidad a la estructura. El amarillo se suma así al blanco y negro del exterior para configurar un espacio triplemente camaleónico.

Los módulos se ensamblan gracias a un sistema de solapas y ranuras similares a los juegos de construcciones para niños. Esta solución permite levantar la estructura con facilidad, rapidez y sin necesidad de conocimientos avanzados. Además, ofrece la posibilidad de ampliar su espacio o desmontar la casa si así se requirese.

Mattias Lind espera que el uso del papel como material arquitectónico se generaliza en un futuro no muy lejano. Además de su bajo coste y propiedades reciclables, el papel se ajusta a la perfección a los desafíos de que propone el diseño paramétrico. ”Las herramientas de dibujo y corte actuales están creando nuevas oportunidades para resolver problemas complejos y crear una nueva arquitectura”, explica el arquitecto.

Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.

En el interior se despliega una única estancia de siete metros cuadrados de superficie. Sus paredes han sido pintadas de un amarillo brillante con el fin de proyectar una atmósfera acogedora y luminosa al interior. Este color, que contrasta fuertemente con los tonos más discretos de las fachadas, añade una nueva personalidad a la estructura. El amarillo se suma así al blanco y negro del exterior para configurar un espacio triplemente camaleónico.

Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.
Chameleon Cabin, la casa de papel de Mattias Lind
Chameleon Cabin vista con los dos colores, Mattias Lind para Göteborgstryckeriet.

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