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Fun Factory, la erótica de la curva por Karim Rashid

Normalizar la imagen de los sex shops

La nueva tienda de Fun Factory, cuyo diseño interior ha sido firmado por Karim Rashid, pretende normalizar la imagen de los sex shops a través de una estética cuidada y luminosa. El espacio, cuyos tonos dorados evocan el lujo, hace de la curva la transcripción de la sensualidad y el erotismo.

Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.
Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.

La casa de juguetes eróticos

Karim Rashid ha proyectado el interior de la nueva tienda de la casa de juguetes eróticos Fun Factory, inaugurada en Múnich (Alemania). El nuevo sex shop, abierto a principios de 2015, es el tercer espacio del diseñador egipcio para la empresa alemana.

Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Detalle de las curvas dibujadas en el suelo, Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.

El proyecto parte de la idea de la curva como fuente de sensualidad y voluptuosidad. El diseñador configura un espacio donde las zonas erógenas del cuerpo humano  —entre ellas el cuello, la clavícula, las caderas y los labios— hallan su correlato en los motivos orgánicos que dominan el espacio.

Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Detalle de la escalera, Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.

Luminosidad, objetivo principal

El establecimiento, dedicado a la venta de juguetes sexuales y lencería, se estructura en dos plantas unidas mediante una escalera. La paleta de colores, que combina tonos oscuros y claros, dota a la estancia de luminosidad. Los juegos curvilíneos presentes en todos los elementos del establecimiento crean una ilusión visual de movimiento.

Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.

Lejos del aspecto marginal y oscuro

Lejos del aspecto marginal y oscuro con el que asocia los temas relativos al sexo, la tienda de Fun Factory presenta una idea abstracta del sexo bajo un aspecto futurista lleno de luz. Pese a las dificultades que conllevaba ejecutar un proyecto en una arquitectura ya definida, Rashid buscó crear un espacio sensual “lleno de deseo, emoción y pasión”, asegura el diseñador.

Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Detalle del exterior, Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.
Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Detalle del mostrador central, Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.

El cristal del escaparate exterior presenta dos franjas cubiertas de puntos dorados y plateados tanto por la zona superior como por la inferior, dejando al descubierto en la zona central la lencería expuesta en los maniquíes. Pese a que el interior se vislumbra perfectamente desde el exterior, una vez dentro el ambiente de la tienda simula una absoluta privacidad.

Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Detalle de las puertas y estanterías, Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.
Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Detalle del mostrador central, Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.
Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Detalle de Mr. Pink, Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.

Sobre el mobiliario

El mobiliario interior desarrolla la idea de la curva a través de múltiples variaciones: estanterías, puertas, sillas, armarios y espejos se convierten en objetos cargados de erotismo. En algunos casos como en los mostradores centrales la referencia se lleva al extremo reproduciendo de forma exacta la silueta de Mr. Pink, un consolador diseñado también por Rashid.

Fun Factory, Karim Rashid, 2015.
Fun Factory en Múnich, Karim Rashid, 2015.

Karim Rashid, nacido en El Cairo (Egipto), es un diseñador industrial y de interiores. Entre sus creaciones destacan el contenedor de basura Garbo, la silla Oh para Umbra o las botellas del perfume Kenzo.

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