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Ferran Adrià: el proceso creativo de un ravioli

Ferran Adrià es un cocinero que piensa como un diseñador

La propuesta culinaria del chef catalán se vale de metodologías propias del mundo del diseño, transponiendo sus procesos y herramientas a las particularidades del universo gastronómico. Y en el centro de este mapa conceptual descansa la noción de creatividad, una idea etérea que en el caso de Adrià cobra una tangibilidad y pragmatismo inusitados. De esto y más hablamos en el nuevo número de Experimenta, que en esta ocasión hemos dedicado al food design y que ya puedes conseguir en nuestra tienda online. A continuación os ofrecemos un adelanto del reportaje que hemos realizado sobre el cocinero catalán.

 

Dice Ferran Adrià que la creatividad es un minuto de anarquía mágico. Sin embargo, lo que sucede en estos 60 segundos es difícil de explicar. Se han escrito millones de libros, artículos, ensayos científicos y disertaciones filosóficas que tratan de dilucidar el término, de enmarcarlo en una teoría que delimite sus fronteras y que sirva en última instancia para domesticarlo. Son muchos los que lo han intentado y pocos los que lo han conseguido, si es que alguien lo ha logrado realmente.

Adrià no aspira a dar una respuesta irrefutable de qué es el talento creativo. Al menos, no lo hace a partir de procedimientos tradicionales, esto es, desde la abstracción deductiva. En vez de eso, se dedica a analizar rigurosamente los factores que han llevado a elBulli a convertirse en uno de los experimentos creativos más apasionantes de los últimos 25 años.

Ferran Adrià: el proceso creativo de un ravioliCocina de elBulli. ©Bob Noto.

(…) Con Adrià se inicia un periplo conceptual que transforma radicalmente la gastronomía moderna. Este viaje ha sido apodado con diversos sobrenombres: cocina tecnoemocional, cocina molecular, cocina posmoderna, cocina tecno-conceptual, neococina… Todos ellos responden a modulaciones de una misma realidad, que es el arte culinario de vanguardia. Y al igual que los ismos artísticos del siglo XX, esta nueva manera de enfrentarse a la cocina se expresa desde la heterogeneidad de estilos, como si se tratase de un río cuyos cientos de afluentes concurriesen en un mismo delta. La ruptura con la tradición es inevitable.

Ferran Adrià: el proceso creativo de un ravioliCocina de elBulli. ©Bob Noto.

(…) El propio concepto de diseño parece estar interiorizado dentro de la metodología creativa de Adrià. El cocinero se enfrenta a cada uno de sus platos como lo haría un diseñador frente a una silla, una lámpara o una tipografía. A este respecto resulta revelador que Adrià no hable de recetas, sino de proyectos. Proyectos que se enmarcan dentro de un sistema casi científico, tal y como se ha comentado anteriormente, y que están condicionados a la superación de unas fases de desarrollo.

Tal y como describiese Bruno Munari en su oportuno estudio del arroz verde, el cocinero-diseñador debe definir el problema, desglosar sus componentes, recopilar y analizar las investigaciones que se hayan realizado previamente, plantear una solución creativa, seleccionar los ingredientes que se van a utilizar, experimentar con las distintas propuestas, concretar un modelo replicable y finalmente someterlo a prueba. Si el resultado final no ofrece una respuesta definitiva a la problemática original, toca retroceder al inicio y reformular la hipótesis de la investigación.

Ferran Adrià: el proceso creativo de un ravioliFerran Adrià y Juli Soler, 2014. ©Maribel Ruiz de Erenchun.

Este texto es un fragmento del reportaje“Ferrán Adrià: el proceso creativo de un ravioli”, publicado en Experimenta 67/68. Si deseas leer el texto íntegro entra en nuestra tienda online y consigue el número.

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