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My views on Fashion/9 Minimalismo. Francisco Costa para CALVIN KLEIN

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El minimalismo como motor creativo puede llegar a ser absorbente y desesperanzador; incluso puede llegar a parecernos más interesante la idea o el concepto que el producto resultante. Aún así son algunos los diseñadores que beben de esta tendencia, que la toman como inicio de su proceso creativo, y que, al final, terminan con unas colecciones tan potentes e impactantes que engullen nuestros sentidos y nos llenan por completo. Este es el caso de Francisco Costa quién lleva desde 2001 al frente de la dirección creativa de Calvin Klein, firma pionera en explorar el minimalismo como máxima creativa. Su diseñador actual ha llevado este emblema y la tradición o tendencia de la casa hasta el extremo, alargando y exprimiendo al máximo hasta donde puede dar de sí y, siempre, desde mi punto de vista, de forma fascinante, arriesgada y satisfactoria.
Figuras blancas moviéndose de forma sutil, casi mágica, dejando hablar al tejido sin más pretensiones ni trucos, sin más costuras que las estrictamente necesarias. Líneas pulcras e infinitas enmarcando cuerpos casi inexistentes, siluetas lánguidas, débiles de imagen pero fuertes y contundentes en concepto. Simplicidad de tonalidades, blanco-negro-piedra repitiéndose de forma constante e intercalando un movimiento sereno que dibuja unas prendas reales y absolutamente deseables.

Esta última colección para otoño/invierno 2011-12 nos muestra la confirmación de este concepto, la necesidad de no dar más de lo estrictamente necesario en un contexto histórico donde parece que aquello realmente importante es gritar y sobresalir, que sin aspavientos no tienes otra manera de poder demostrar quién eres. Costa, sin embargo, sigue, de forma admirable, con fuerza, confianza y valentía. Trabajando sus colecciones sin berrinches innecesarios dejando que las prendas susurren, se muestren, existan, y que nunca pasen desapercibidas.

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