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En el filo de la arista, conversación con Eric Hidalgo

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El diseñador gráfico Eric Hidalgo es el actual director de la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Costa Rica (fundada en 1897, celebrando su 115 aniversario) formadora de los diseñadores gráficos en Costa Rica; Hidalgo es graduado de esta universidad y como profesional despliega una amplia producción en diseño editorial, identidad corporativa, diseño de estampillas, participó en la pasada Bienal Iberoamericana de Diseño Madrid 2010.
Para la presente conversación con él, quisiera retomar aquella premisa de la década de los años noventas del siglo pasado, cuando Guy Bonsiepe argumentaba que con la entrada de la computación en los escenarios laborales, el diseño gráfico experimentaría algo similar a lo ocurrido a los copistas de los libros pregutembergianos de la Edad Media, que con la imprenta de tipos móviles fueron desplazados. Hoy día, egresados de otras carreras que no encuentran empleo, con una computadora y “software” especializado, ofrecen servicios de diseño gráfico, acrecientan la competencia desleal, desequilibran las tarifas, y esa masa diletante, al desconocer los fundamentos de la teoría del diseño, lo hacen a tientas. Bonsiepe sentenció además que aquellas profesiones que no producen pensamiento y teoría de su quehacer, serían absorbidas por otras profesiones -en una entrevista que le practiqué en los años noventas durante el Foro “Diseño y Diversidades Culturales” en Florianópolis, Brasil, Bonsiepe replicaba su sentencia que si no actuábamos ahora –hará unos quince años de ese encuentro que publiqué en las desaparecidas revistas Módulo y Fanal-, serían otros los profesionales los que tomarían las decisiones por nosotros.

Edificio de la Facultad de Bellas Artes, Universidad de Costa Rica. Foto cortesía de la Escuela de Artes Plásticas

¿Qué hace esta escuela de la UCR para estimular –no solo la asimilación de la teoría-, si no la necesaria investigación y producción fundamentada que haga la diferencia, que forme al futuro diseñador gráfico graduado en ese recinto para marcar la distancia, estimular el pensamiento crítico e indagar sobre mejores estrategias de penetración al mercado y desarrollo del proyecto gráfico?
Hidalgo sostiene que ese dilema se experimenta desde diferentes escenarios en la práctica universitaria, y tiene que ver con la capacidad de la escuela de hacer análisis a profundidad para observar con atención las problemáticas. Señala que iniciaron un proceso de restructuración desde finales de la década de los noventas e inicios del dos mil, aplicados desde el 2008, ciclo que ya dio frutos con los primeros graduados.
Cuando se comenzó a aplicar ese plan de estudios, mucho de los existente era superado por el auge de las nuevas tecnologías, sin embargo, con el tiempo, emergieron las fortalezas, como el buen manejo de las técnicas tradicionales cultivadas y cosechadas por la escuela a lo largo de más un siglo de existencia, que forman al artista y al gráfico, le brindan herramientas para construir el mensaje y generar experticia.
Una evaluación al interior de las distintas cátedras –prosigue Hidalgo-, nos permitió observar la convivencia de dichos procesos tradicionales con las nuevas tecnologías, para asumir los retos del mercado actual, reconocer valores y desafíos de la contemporaneidad, así alcanzar presencia y resonancia como frutos del diseño.
No somos una burbuja de cristal, a pesar de la limitaciones de recursos, motivamos una discusión activa sobre la capacidad de dar el salto hacia el dominio tecnológico actual, filtrar y delimitar qué de lo tradicional y que distingue a esta escuela es esencial conservarlo.

En la imagen aparece el diseñador Eric Hidalgo en una reunión de escuela. Foto cortesía de la Escuela de Artes Plásticas

Hidalgo distingue como eje del aprendizaje al diseño, el dibujo y la tridimensionalidad, bases para la experiencia en los talleres de materiales con los cuales se está experimentando una importante transdiciplinariedad, táctica de aprendizaje y ejercicio actual del diseño sistémico que infunde calidad, concepto, técnica, producción e impacto en la sociedad y el mercado.

 

En las imágenes se observan algunos de los talleres de la práctica didáctiva, como el de cerámica donde se elaboran frisos y figuras de gran formato.. Fotografía cortesía de la escuelka de Artes Plásticas

Respecto a los índices de inserción de los graduados en el mercado, Hidalgo expresa amplia satisfacción, en tanto que los empleadores valoran la bondad de dicha formación en lo tradicional que sustenta la experticia del graduado, en convivencia con lo tecnológico y las destrezas del proyecto. El diseñador y artista José Alberto Hernández entrevistado en un pasado “post” y graduado de esa escuela, ofrece un importane testimonio sobre esta premisa:
En mi caso no hago polémica al respecto, siempre he preferido concentrarme en mi trabajo y dejar que el mismo cliente se de cuenta de que lo barato probablemente no involucre mayor compromiso ni conocimiento, y que puede hacerlo cualquiera con algún acceso al software digital. Esta ruta le va a resolver nada más que cosas inmediatas, que finalmente no van a provocar ningún impacto...

Taller de escultura.Fotografía cortesía de la Escuela de Artes Plásticas

Laboratorio de computadoras. Fotografía cortesía de la Escuela de Artes Plásticas

Volviendo a la conversación con Eric Hidalgo, él expresa que la universidad se fundamenta para manejar los lenguajes que le permitan dar un producto artístico, pero con posibilidades de aportar en otros campos del diseño, incluso en lo comercial. Se espera que los egresados tengan capacidad crítica, y generen estrategias ante el mercado, para responder a las exigencias en diversos contextos aprovechando su capacidad innovadora que le estimula a reinventarse constantemente ante un medio tan cambiante.

En el tema de la carencia de espacios para fomentar la producción de teoría y del pensamiento sobre el diseño gráfico, Hidalgo acota que esa carencia se explica en la economía en crisis, donde el apoyo a revistas impresas y producción editorial es muy escaso en nuestro medio. La profesionalización del diseño gráfico requiere estrategias en investigación, producción y pensamiento, que debemos encontrar nuevos modos y recursos para elevar la validación académica. Actualmente se está logrando elevar al cuerpo docente a nivel de maestrías, estatus que les requiere manejar insumos y estándares en la producción intelectual que hoy pasa por un ajustado reacomodamiento en el ajedrez de las profesiones.

Trabajo de los talleres con distintos materiales. Fotografía Escuela de Artes Plásticas.

Ambiente al interno de la escuela. Fotografía cortesía de la Escuela de Artes Plásticas.

A manera de conclusión de esta conversación con el diseñador Eric Hidalgo, rescato su concordancia de que el diseño gráfico como lo conocíamos, necesita reinventarse -tal y como lo expresa el propio diseñador y director-, no puede ser una consigna, tiene que llevar acciones concretas, y una de ellas es ir a la base, a sembrar semillas en un terreno que demuestra enorme fertilidad. Agrega que la misma disciplina nos ofrece las respuestas, desde la teoría del diseño: no hay recetas, la delimitación del problema nos lleva a una solución acorde a las necesidades y a la realidad actual. Eso lo hemos aprendido de los grandes, y del perfil que muchos otros marcaron al caminar sobre el filo de esa arista del diseño mundial.
 

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