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Ricardo Ávila: el cronista urbano

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A veces el término “arte naife” es asociado a la pintura que se adquiere en tiendas de aeropuertos y hoteles, como recuerdos de los lugares visitados durante un viaje; nada más equivocado, es una categoría pictórica siempre actual -que, como verdadero arte-, conlleva pericia e investigación; sin embargo, posee rasgos que nos parece que su creador jugara como lo hace un niño, con ingenuidad y desenfado.


Ricardo Ávila "Ciudades violentas", acrílico sobre tela, 90 x 70 cms,  colección del artista. Fotografía L.F.Q.

Ricardo Ávila, Ciudades violentas 2, acrílico sobre tela 150 x 100 cms, colección Museo de Arte Costarricense. Fotografía L.F.Q.

Para este “post” en diseñacr, aprovecho la reciente muestrade Ricardo Ávila “El Mercado de Cartago” en el Museo Municipal de Cartago, Costa Rica, para presentar a uno de los más genuinos pintores naife en el arte actual –según palabras de Ricardo Pau-Llosa, crítico de arte de origen cubano-norteamericano. Ávila se da a conocer como un comentarista de la ciudad, donde se gesta un cúmulo de situaciones que la hacen el espacio vivencial a observar en la actualidad por la sociología, la antropología, y por ende el arte, dentro de otras manifestaciones de la cultura actual.


"El tramero", 2011, muestra El Mercado de Cartago, Museo Municipal de Cartago, fotografía L.F.Q.

"La negra de los tomates", 2011, muestra El mercado de Cartago, Museo Municipal de Cartago, que estará abierta hasta el 21 de agosto. fotografía L.F.Q.

El cuadro es una ventana hacia afuera o hacia adentro, además de extender la mirada hacia lo que sucede en la urbe, nos sirve para observarlo a él, con su interioridad y pensamiento. Los artistas son grandes constructores sociales y por ende culturales, no intervienen en el desarrollo de los acontecimientos, pero los documentan, los registran, alimentan la memoria del lugar; como el caso de la pintura de Goya, esos documentos terminan introduciendo grandes transformaciones, insospechadas, pero suceden.


 

"La Visión de Bush, o quien busca la guerra", instalación presentada en La Bienal Centroamericana en el Museo de Arte Contemporáneo de Panamá. Foto cortesía del artista.

Ricardo Ávila es otro cronista del tiempo, en tanto su obra es una ventana para observar los acontecimientos cotidianos, donde quizás quedaron retratados personajes de la política, del acontecer noticioso en los medios de comunicación, del deporte, del mismo arte, pero también confronta la violencia que acosa a la ciudad, el caos vial que la torna intransitable, el hacinamiento edilicio, la basura, la contaminación, la agresión infantil, la prostitución y el nomadismo. Después de tratar ampliamente esos fenómenos sociales de las ciudades del mundo, Ávila desplaza su foco de visión hacia el emplazamiento del mercado, lo detalla y va al corazón mismo de la cultura popular.
"El Mundo Informa", muestra Tec/NO/lógico 2, Teorética. La segunda y tercera foto son de la  instalación premiada en Bienarte 2003, San José, Costa Rica. Fotografías de Fernando Gallese.

El mercado cartaginés pintado por él constituye uno de esos documentos importantes de observar, analizar, reflexionar; su forma de arte testimonia lo dicho, lo pintado, sobre un inventario cultural que se resiste a desaparecer y -aunque pareciera que no ocurre así-, se mantiene en la memoria misma de la sociedad. Tal es el caso de estos espacios populares delante de la expansión de las grandes cadenas del comercio que globalizan la actividad con un comportamiento masificador impactante de la cultura local.

 

 


"Sobre explotación, esclavitud y prostitución 1", 2005. Instalación. Fotografía cortesía del artista.

Ricardo Ávila propone planteamientos muy serios, reveladores y hasta premonitorios, por ello sus obras son coleccionadas por importantes museos y colecciones privadas en el país y el extranjero. Fue distinguido, por ejemplo, en laBienal Costarricense de Artes Visuales Bienarte 2003, que le permitió participar en la Bienal Centroamericana realizada en el Museo de Arte Contemporáneo de Ciudad Panamá o, entre otros, estar en la colección del Museo Teorética, Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, Museo de Arte Costarricense, la colección Mass de Vence, Francia, Gina Gallery de Israel, Instituto Depero, Italia, o recientemente la colección del Snite Museum de la Universidad de NotreDans, Estados Unidos.


"Sobre explotación, esclavitud y prostitución 2", 2005. Instalación. Fotografía cortesía del artista.

Me encanta además cuando este artista reutiliza monitores de computadoras, tubos de pantalla de televisores, inodoros y otros objetos para pintar sobre ellos, que instala reusando dichos objetos industriales montados en estructuras metálicas, consigue un producto “paradógico”, en tanto se sirve de la basura tecnológica para entablar comunicación y discurrir con sus críticas a lo urbano. También ha realizado unos ocho murales en distintos sitios de la capital, por encargo del municipio capitalino, o por empresas privadas.


Ricardo Ávila y sus instalaciones con monitores. Fotografía de Roberto Guerrero.

Una de las principales características de su forma de arte y en especial la pintura es construir el cuadro en diversos planos, no en el sentido de la perspectiva renacentista, donde no hay claroscuros sino atmósferas del color sobrepuestas o yuxtapuestas para generar su espacio pictórico, ahí danzan los trazos de expresiva carga sugestiva tanto como sus personajes, quese activan con un guiño escurridizo entre los corredores del laberinto inciertode la ciudad actual.

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