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Se dan a conocer los ganadores de la edición número 23 de Arquine

Se dan a conocer los ganadores de la edición número 23 de Arquine

240 propuestas para humanizar nuestras ciudades

Un jurado conformado por Raúl Cárdenas, Wonne Ickx, María Verónica Machado, Isabel Martínez Abascal y Alejandro Tapia (como jurado técnico), ha sido el encargado de evaluar y elegir, de entre 240 propuestas, los ganadores de Arquine No.23 | Meeting Point, el ya famoso concurso organizado por Arquine. Este año el certamen invitaba a creadores de todo el mundo a diseñar un dispositivo, prototipo, instalación o artefacto que propiciara el encuentro entre las personas y permitiera construir confianza en la celebración de la ciudad en comunidad. La propuesta debería ser replicable, escalable, accesible, inclusiva, con posibilidad de adaptación a contextos diversos, de bajo coste y rápida ejecución. Podía ser un espacio acotado, delimitado, cerrado o techado, o propuestas más abiertas, flexibles o dispersas. «Se trata de una invitación a pensar en la posibilidad de humanizar nuestras ciudades, de reinventar el uso del entorno urbano de un modo creativo, versátil y económico. Un punto de encuentro que, al construirse nos permita volver a encontrarnos», comentan desde Arquine.

A continuación compartiremos los proyectos ganadores, primer, segundo, tercer lugar y menciones honoríficas. ¡Felicidades!

Primer lugar: Meeting Column, de Azócar Catrón (Carolina Catrón Lazo, Ricardo Azócar Ulloa) con el apoyo de Josefina Tardones Ortíz

«Es un edificio fantasma que se desmaterializa. Un tótem como punto de encuentro, un gesto muy claro y legible. Tiene una connotación de una arquitectura virtual y por tanto permeable y transparente que tiene mucho sentido con el momento vivimos actualmente. Coquetea con lo inmaterial y trae el elemento arquitectónico por excelencia como la columna de Adolf Loos para el concurso del Chicago Tribune, como gesto icónico. Una dualidad que lo hace muy interesante. La base del edificio es de 3 metros de lado, por lo que, siguiendo con el distanciamiento de seguridad establecido en México de 1,5 metros. Se convierte en una experiencia individual para el que se planta en el interior del tótem, pero en ningún momento pierde su contacto con el entorno y la gente de su alrededor. De los proyectos finalistas, coincidimos que es el que tiene más viabilidad técnica para su realización».

Primer lugar: Meeting Column, de Azócar Catrón (Carolina Catrón Lazo, Ricardo Azócar Ulloa) con el apoyo de Josefina Tardones Ortíz

Segundo lugar (1): La Charca, de Sara Enríquez Legarra y Daniel de Diego Barrios

«Va más allá de un espejo de agua contemplativo. Un par de accesos invitan al ciudadano a entrar en este espacio y tiene un punto de pausa y lúdico. Es una propuesta que como jardín invita a la reflexión y a la revaloración del espacio público. Una propuesta que piensa en el distanciamiento social y el juego. Agradecemos que la descripción esté bien escrita y el trabajo gráfico, incluso la maqueta que los concursantes hicieron. Esta propuesta funcionaría mejor en un espacio más árido, que no sea la Alameda Central donde ya hay varios puntos con agua (las fuentes) y las zonas verdes».

Segundo lugar (2): La Charca, de Sara Enríquez Legarra y Daniel de Diego Barrios

Segundo lugar (2): Una ciénaga, de Mónica Feldman

«Una intervención de paisaje. Una propuesta y gesto radical. No se construye, sino que se vierte y derrama en grandes cantidades sobre la Alameda Central. Interrumpe el paso en uno de los cruces más transitados del parque de una manera poética, de la misma manera que la pandemia ha obstruido nuestra cotidianidad. Nos atrae que se propone una red de puntos en la ciudad. La cantidad de arcilla necesaria para lograr lo representado en la imagen y su volcado en diferentes puntos dificultaría la realización de este proyecto, o en su traslación a la práctica se tendría que ajustar considerablemente su escala y entonces perdería la fuerza que tiene la propuesta».

Segundo lugar (2): Una ciénaga, de Mónica Feldman

Tercer lugar: Arial, de Roberto Michelsen y Panósmico (Mariana Mañón y Manolo Larrosa)

«Una proyecto que sale de la propuesta de un pabellón como artefacto arquitectónico que invita a todos los ciudadanos a participar y que su palabra se escriba en el cielo con un avión teledirigido. Se destaca la poesía de una palabra en el aire en diferentes lugares de la ciudad. Teniendo en cuenta la experiencia que la organización del festival tiene en la solicitud de permisos para volar un dron en el Centro Histórico, nos preocupa depender de dicha autorización (la del uso del espacio aéreo) para su realización».

Tercer lugar: Arial, de Roberto Michelsen y Panósmico (Mariana Mañón y Manolo Larrosa)

Mención honorífica: Intima distancia, de Estudio Abierto (Eduardo Dana Cohen y Rafael Buzali Przedecky), Carlos Metta Saade, Santiago Moyao Sánchez

«De los proyectos recibidos que proponen una comunicación a distancia y un juego auditivo, este destaca por la representación gráfica de la lámina y por la historia narrada del personaje que, a alguno de nosotros, nos conquistó. La preocupación del jurado es la resolución técnica del proyecto (tal como se plantea) para que realmente se viva la experiencia descrita».

Mención honorífica: Intima distancia, de Estudio Abierto (Eduardo Dana Cohen y Rafael Buzali Przedecky), Carlos Metta Saade, Santiago Moyao Sánchez

Mención honorífica: Recycle Your Mask, de Noelia Cordero Valentín y María Cobos Averturo

«Destacamos la propuesta por pensar en la gestión de un nuevo residuo masivo como es la de los cubre bocas, sobre todo teniendo en cuenta la complejidad que tiene el poder reciclar algo en la Ciudad de México. Es interesante el proyecto de ready made al instalar una tubería, como punto de encuentro monumental para tirar los cubre bocas que se desechan a diario. Es una propuesta de este momento, de una situación que se está viviendo en todo el mundo. Puede entenderse, también, como una idea de monumento donde el ícono es el reciclaje de este objeto que nos protege.  La objeción del proyecto es su inviabilidad ya que implica la perforación de la superficie existente para su instalación».

Mención honorífica: Recycle Your Mask, de Noelia Cordero Valentín y María Cobos Averturo

Mención honorífica: Un sueño de cualquier tarde, de Chris Falliers y Antje Steinmuller

«Es la única propuesta que piensa en un programa de actividades ligadas a este momento y que va más allá de un pabellón que se mueve. Es la única edición en que el Concurso Arquine está supeditado a una situación de excepción global y esta propuesta propone un contenedor móvil para cumplir con ciertas necesidades, aunque en México, muchas de las actividades que proponen en este proyecto ya se llevan a cabo de una manera informal. Lo entendemos como un pretexto de repensar un programa. Nos preocupa que muchas de las actividades que se proponen implica la conglomeración de gente y que el proyecto no queda totalmente resuelto».

Un sueño de cualquier tarde, de Chris Falliers y Antje Steinmuller

Mención honorífica: Guido Guernetti, Pablo Galicer y Guido Mezzera

«Un proyecto que cuando está elevado sirve de faro llamando la atención de los ciudadanos pero que evita aglomeraciones en un mismo punto, ya que, al percibir la concentración de mucha gente, la esfera baja y dispersa al público. Nos gusta que el proyecto pueda ser usado de día y de noche, pero la ejecución y su activación no queda muy clara en la lámina».

Mención honorífica: Guido Guernetti, Pablo Galicer y Guido Mezzera
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