El equipo creativo de la agencia Paperlux reinventa el concepto de marcapáginas para Arjowiggins Creative Papers. Con un diseño funcional e interactivo la nueva propuesta amplía las posibilidades y mejora las prestaciones del punto de libro que ahora, además de la página, puede indicar zonas concretas del texto.
Marcapáginas, Paperlux para Arjowiggins, 2013
Disponible en varios colores y construido a partir de formas triangulares que definen su estructura, el nuevo marcapáginas diseñado por el equipo de Paperlux invita amablemente a los lectores a llevar a cabo de una manera interactiva y práctica las cuatro acciones que en él aparecen impresas: leer, explorar, jugar y amar.
Marcapáginas, Paperlux para Arjowiggins, 2013
Incluido en el catálogo de la FIAC, Feria de Arte Contemporáneo de París, este marcapáginas permite explorar todo tipo de composiciones gracias a la disposición de sus pliegues, como si de una figura de origami se tratara. El proyecto aprovecha la versatilidad del material utilizado para dotar a la pieza de múltiples posibilidades. La alta calidad del papel Conqueror asegura su durabilidad, y la técnica del troquelado de medio corte –ya utilizada por los diseñadores de Paperlux para la elaboración de la potada de la revista Novum en 2011–, le confiere la flexibilidad necesaria para que éste pueda doblarse según las necesidades de cada ocasión de lectura.
Marcapáginas, Paperlux para Arjowiggins, 2013.
En la era de los formatos digitales, de los eBooks y de las tablets, este punto de libro en forma de flecha ofrece al lector una infinidad de maneras diferentes para no perderse en el texto, convirtiéndose en un instrumento idóneo para los amantes del libro impreso y que cumple algunas de las funciones de los marcadores digitales. Asi, se pueden señalar párrafos o palabras concretas, subrayar una frase o hacer llamadas de atención sobre el texto para que el lector siempre sepa dónde dejó la lectura la última vez.
Marcapáginas, Paperlux para Arjowiggins, 2013.
Funcional e interactivo a un tiempo, supone un aliciente para los amantes de la lectura en papel mediante el uso de recursos que, inspirados en herramientas propias de soportes digitales, mantienen el aroma del objeto físico y retan a la imaginación de sus usuarios con el aliciente del elemento lúdico que ofrecen su textura y la viveza de sus colores.
Los creadores de este punto de lectura se proponen así jugar con el concepto mismo del marcapágina y su utilidad; más allá de las propuestas habituales, centradas únicamente en la dos dimensiones del soporte gráfico, los diseñadores de Paperlux potencian toda una serie de posibilidades que harán que este objeto no sea sustituido por un ticket de metro, una hoja de papel o un recibo de compra.
Marcapáginas, Paperlux para Arjowiggins, 2013.