experimenta_

Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc

Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc

Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc

Diseño de asientos: encontrar el vacío de mercado y actuar en consecuencia

Aunque el portfolio de Konstantin Grcic abarca desde instalaciones y joyería hasta complementos e iluminación, podríamos decir sin temor a equivocarnos que el diseño de asientos es una de sus especialidades. En esta oportunidad hablaremos de su último trabajo: la silla Bell, una atractiva pieza ideada para la editora italiana Magis, que a través del buen diseño y el pensamiento creativo aplicado en todas las fases de desarrollo, ha conseguido redefinir las reglas —y el paradigma— en el saturado mercado de sillas de plástico monobloc. «Si lo piensas bien, estás sillas son las más populares del mundo. Se han vendido de a millones, pero al mismo tiempo tienen muchas connotaciones negativas: se consideran feas y baratas, y se acepta comúnmente que su uso generalizado está contaminando nuestro planeta. Claramente fue un desafío abordar un objeto que, a pesar de su innegable éxito, está cargado de tanto rechazo», confiesa el famoso diseñador germano acerca las metas y motivaciones del proyecto.

Repensar un producto tan popular no es un reto menor, y más aún si uno de los puntos marcados en rojo en el briefing inicial era conseguir una silla cuya venta al público no superase los 65 euros. Konstantin Grcic y su equipo atacaron el problema por tres frentes distintos: materialidad, procesos de producción y por supuesto, diseño.

Bell está fabricada completamente con residuos plásticos reciclados de la propia cadena de Magis. Esta decisión, de un plumazo, consiguió abaratar notablemente los costes de producción y dotar a la propuesta de un marcado carácter eco friendly. La segunda batalla la libraron de forma conjunta con el proveedor de servicios de fabricación de productos plásticos de Magis, juntos desarrollaron nuevas técnicas y sistemas de moldeado para optimizar material, peso y volumen. El compromiso fue tal que se llegó a patentar un novedoso proceso de reciclado de polipropileno. «El simple hecho de que nuestra silla no use más de 2,7 kg de plástico, casi la mitad de una silla promedio, ilustra esto de manera bastante vívida».

El último frente, el diseño per se, terminó por redondear un producto potente e inexistente en el mercado hasta hace unos meses. Ligera, elegante, de líneas orgánicas pero definidas, Bell se presenta como una opción versátil y accesible para todo tipo de espacios. «Eugenio Perazza, fundador y director creativo de Magis, siempre me ha dado dos cosas: una libertad increíble y desafíos extraordinarios. Esta es una mezcla muy especial y rara de encontrar. El diseño de un producto nuevo nunca es fácil, siempre hay fricciones … y hay altibajos. Pero, si tienes un compañero que entiende esto y está listo para emprender este viaje juntos, está garantizado que algo muy especial obtendrás».

Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Konstantin Grcic repiensa las tradicionales sillas de plástico monobloc
Salir de la versión móvil