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Fast fashion, the dark side of the fashion, una exposición del MKG

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 Fast fashion, the dark side of the fashion, es la exposición que tiene lugar en el MKG, el Museo de Arte e Industria de Hamburgo, hasta el próximo 20 de septiembre. En la muestra se desvela la cadena de producción que hay detrás de las prendas de ropa a bajo coste, fenómeno que adopta el nombre de fast fashion. ¿Qué compra en realidad el consumidor de este producto?, es la pregunta a la que responde esta exposición crítica.

 

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015. © Annika Lampe/ Friederike Palm.

En 2015 se consume el cuádruple en moda que en 1980. Las mercerías han desaparecido. La lógica de remendar y heredar ropa vieja ha sido sustituida por la de comprar, usar y tirar. Porque la ropa es barata y accesible para todos, o eso dicen. Fast fashion, the dark side of the fashion, es una exposición que tiene lugar en el MKG de Hamburgo, hasta el próximo 20 de septiembre, cuyo objetivo es precisamente desmentir este mito y desvelar qué hay detrás del fenómeno fast fashion.

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015. © Taslima Akhter.

Fast fashion es un concepto que surge en sintonía con el de fast food, aplicado en este caso a la moda. Se trata de la producción masiva de ropa, copia de marcas de diseño, que se vende a escala global a bajo coste gracias a una mano de obra baratísima. Un día de 16 horas de trabajo vale menos de un euro en Bangladesh, mientras que por una de las prendas que un trabajador produce en un día, en Europa se paga diez veces su coste real.

Fast Fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015. © Tim Mitchell.

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015. © Taslima Akhter.

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG,2015. © Tim Mitchell.

La exposición ofrece, con mirada crítica, un recorrido a través de la cadena de producción de este tipo de ropa a bajo costo, desde su manufactura hasta su venta. Y a la vez que conciencia al visitante del sinsentido de este lucroso mercado, le sugiere que tome parte en otro mercado que surge precisamente en oposición al primero, el del slow fashion. Si fast fashion se traduce en Occidente como “beneficio”, a nivel cultural fomenta la pulsión ansiosa de consumir sin fin, sin otro pretexto que el de “estar a la moda”.

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015. © Annika Lampe/ Friederike Palm.

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015. © Annika Lampe/ Friederike Palm.

El slow fashion fomenta una producción de moda que, inspirándose en la teoría del decrecimiento, es local, eco-solidaria y sostenible socialmente. Y sobre todo se erige como un sello que produce poca cantidad pero es garantía de calidad. La tienda de segunda mano es una de las formas que adopta el mercado slow fashion.

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015. © Paolo Woods.

Esta muestra no deja a su público impasible. Invita a la reflexión y plantea respuestas sencillas, gracias a una comprensible presentación visual, a preguntas cotidianas: ¿cómo puede una camiseta costar menos que un café, un vestido tanto como un helado, o unos pantalones lo mismo que una entrada para el teatro?

Fast fashion, the dark side of the fashion, MKG, 2015, Susanne Friedel.

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