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The Ocean Cleanup o cómo limpiar el plástico del océano de una vez por todas

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Boyan Slat contra la polución oceánica

Todos los años millones de toneladas de plástico se vierten a las aguas de los océanos. Esta catástrofe medioambiental provoca un deterioro progresivo del entorno marino, afectando a la vida de cientos de especies animales y desestabilizando el equilibrio del ecosistema natural. Boyan Slat, un joven holandés de 19 años, quiere dar respuesta a este problema: su solución, una gigantesca máquina de 100 kilómetros de largo que aprovecha las corrientes marítimas para limpiar los mares de deshechos plásticos. Y de paso, desarrollar la estructura más grande jamás construida en el océano.

 

Barreras, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

Aquella isla de basura de 1.400.000 kilómetros cuadrados

En 1988, la National Oceanic And Atmospheric Administration de Estados Unidos descubre la existencia de una mancha de basura de 1.400.000 kilómetros cuadrados en pleno océano Pacífico Norte. Esta sopa de plástico, formada por toneladas de desperdicios arrojados al mar por el hombre durante décadas, causan la muerte de millones de gaviotas y mamíferos marinos cada año. Y no solo eso, sino que parte de este plástico es ingerido por los mismos peces que posteriomente llegan a nuestra mesa.

Hasta ahora, todas las soluciones propuestas para acabar con este problema —desde flotas de barcos basureros hasta la utilización de redes gigantestas— han resultado excesivamente costosas y lentas. The Ocean Cleanup da un giro copernicano al problema y aprovecha la fuerza de las corrientes marinas para recoger los desperdicios. Su creador, el holandés Boyan Slat, plantea así una estrategia de diseño pasivo que convierte al Pacífico en su propio motor de limpieza.

Barreras vista desde el océano, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

Y cómo funciona The Ocean Cleanup

La estructura, ubicada estratégicamente en las corrientes del giro oceánico, cosistiría en una formación de barreras flotantes capaz de retener el plástico que arrastran las olas. Su disposición en forma de uve y su longitud de hasta 100 kilómetros permitirían capturar grandes cantidades de deshechos en poco tiempo. Su escasa profundidad faciliaría a su vez la viabilidad medioambiental del proyecto, ya que la fauna marina podría escapar con facilidad de la trampa por debajo de la barrera.

Plataforma, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

Plataforma, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

Plataforma, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

Paneles solares, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

La planta dispondría de una capacidad de procesamiento de 10.000 metros cúbicos

Una plataforma situada en la intersección de los dos brazos se encargaría de recoger todo el plástico. Estos desechos podrían ser transformados en combustible por medio de la pirólisis, haciendo de la recolección de plástico en el mar un negocio rentable para las grandes empresas. Para ello, la planta dispondría de una capacidad de procesamiento de 10.000 metros cúbicos, además de 162 paneles solares que suplirían las necesidades energéticas de la plataforma. Según afirma Boyan Slat, este proceso resultaría 33 veces más barato que las soluciones de limpieza oceánica convencionales, y lo que es más importante, actuaría 7.900 veces más rápido.

Primeros ensayos en Azores, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

Primeros ensayos en Azores, The Ocean Cleanup, Boyan Slat, 2014.

Un primer prototipo

Por el momento, sus creadores están trabajando en el diseño de un primer prototipo funcional de 2.000 metros de largo. Para ello cuenta con un equipo de 100 voluntarios —entre los cuales ingenieros y científicos profesionales— y el apoyo financiero de más de 15 quince instituciones y 3.000 investores. Se estima que el proyecto final vea la luz en un plazo máximo de 4 años. El reto: limpiar el océano Pacífico en tan solo 10 años.

Boyan Slat, 2014.

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