Toda intervención del diseño, y sobre todo en el territorio vivencial de la ciudad, repercute en un cambio de conducta de sus habitantes que cohesiona con el tiempo una renovada forma de cultura urbana. El proyecto San José Posible propuesto en la primera mitad de la década pasada (2004-2006), procuró recuperar la “habitabilidad” de la ciudad de San José, capital de Costa Rica. Hoy, se tiene el tiempo y la distancia necesaria para observar sus frutos.
La arquitecta Jimena Ugarte del Instituto de Arquitectura Tropical (IAT) dirigido por el destacado arquitecto Bruno Stagno, encabezaron ese proyecto, y conversamos con ella para valorar los logros.
Proyecto San José Posible, recuperación Avenida 4. Fotografía cortesía del IAT.
LFQ: A la distancia del tiempo se pueden valorar mejor los resultados de un proyecto, estudiar el impacto, por ejemplo, en la recuperación de la Avenida 4 de nuestra capital. ¿Lo han sentido, observado, valorado?
Jimena Ugarte: No lo hemos valorado “científicamente”, pero sí, hemos experimentado emociones muy intensas al recorrer esta área en cualquier momento del día o de la semana, y constatar que le devolvimos al peatón una avenida de la ciudad que la hecho suya y la disfruta enormemente. Los domingos a la salida de la Misa en la Iglesia La Soledad y La Merced, familias completas recorren la avenida sin problemas y felices. La transformación de aquella vía negruzca, sucia y contaminada de humo, en un paseo familiar y en un excelente espacio comercial ha sido un éxito y nos emociona. Se instalaron negocios nuevos como la tostaduría, la heladería Pops y muchos otros.
Proyecto San José Posible, recuperación Avenida 4. Fotografía cortesía del IAT.
LFQ: Tengo entendido que la propuesta era de mayor tamaño que el realizado, ¿qué se dejó de hacer?
Jimena Ugarte: Mucho. La mayor parte. El proyecto San José Posible comprendía 56 manzanas, entre la avenida 2 y 10 y entre las calles 11 y 16. La propuesta era recuperar el espacio público, arborizar y quitar las paradas de buses en varias calles y avenidas de la zona. Esto con el propósito de motivar a los desarrolladores a invertir en una zona de oportunidad renovada y recuperada.
LFQ: ¿Cuál fue el sentido de diseño que motivó ese proyecto en particular?, o sea, ¿por qué esa avenida en particular teniendo San José tantas necesidades urgentes de remediar?
Jimena Ugarte: La iniciativa de la Municipalidad de San José de hacer de la avenida central una avenida peatonal, fue un éxito social y comercial. Decidimos hacer un proyecto similar en el área sur de la ciudad por ser la más deteriorada. En ese momento gran parte de las vías capitalinas estaban invadidas por el transporte y concentradas en el centro de la capital. La avenida 4 -en ese entonces exclusiva para buses-, tenía vocación peatonal por ser una avenida que nace en la Iglesia de La Soledad y termina en el Hospital San Juan de Dios, es decir no tiene vía ni hacia el Este ni para el Oeste y en cuanto surgió una oportunidad con unos fondos de la Unión Europea para proyectos urbanos demostrativos, propusimos empezar por esta avenida, porque los fondos no alcanzaban para ejecutar el proyecto completo.
Proyecto San José Posible, recuperación Avenida 4. Fotografía cortesía del IAT.
LFQ: ¿Cómo vieron germinar la propuesta y la realización final del proyecto?
Jimena Ugarte: Es necesario aclarar que la Alcaldía formó una Comisión de Regeneración y Repoblamiento de San José, de la cual el Instituto de Arquitectura Tropical fue parte. Esto nos motivó a involucrarnos más en el tema y formamos un grupo voluntario de arquitectos que trabajó por más de un año en la propuesta: Carlos Manuel Escalante, Adrián Guzmán, Diego Meléndez, Marlo Trejos, Bruno Stagno y Jimena Ugarte. Hubo otra gente a la cual se le consultó para diferentes temas, y que fueron de gran apoyo, pero el grupo que produjo el proyecto fue éste.
LFQ: ¿Qué aprendizaje dedujeron del proceso de ejecución?
Jimena Ugarte: Hubo excelente relación con la ingeniera a cargo de supervisar la obra por parte de MSJ, Ana Elena Salas, muy profesional y ejecutiva. En términos generales, no tuvimos mayores contratiempos.
Avenida 4 antes de iniciar el proceso de recuperación. Fotografía cortesía del IAT.
LFQ: ¿De qué manera lo recibían los ciudadanos?, y, ¿percibieron ventajas desde el punto de vista económico para los negocios que están sobre la vía?
Jimena Ugarte: Al comienzo de la obra con recelo y quejas, a medida que realizaban que la molestia iba a ser transitoria y los beneficios enormes, cada vez estaban más contentos y positivos. No puedo decir lo mismo de algunos medios de comunicación, quienes insistían en querer dar la impresión que todo era un desastre, que el comercio estaba en quiebra etc. Nada más alejado de la realidad. Hubo polvo y molestias, debe haber habido bajas en las ventas en el momento de la construcción, pero se recuperaron con creces y no hubo contratiempos irreparables. Hay comercios que en la misma vía han abierto nuevos locales duplicando o triplicando incluso sus tiendas.
LFQ: Para ustedes como arquitectos y profesionales encargados de la marcha del proyecto, ¿qué experiencias nuevas generó?
Jimena Ugarte: Lograr reunir a todas las instituciones y realizar que los mandos medios y especialistas de las instituciones del Estado sabían su tema y cooperaron sin problema: ICE, Bomberos, Acueductos, MOPT, y otras, porque todos tenían que resolver su parte. Recibir la cooperación de otras personas generosas como los de Comunicación Corporativa, quienes no dudaron en sumarse en esta iniciativa y generosamente nos dieron su apoyo y asesoría.
Problemática social y urbana afrontada por el proyecto. Fotografía cortesía del IAT.
LFQ: En un proyecto de naturaleza pública existen componentes conceptuales que considerar: Comunicación, habitabilidad, flujos culturales. ¿Cómo se definió el abordaje?
Jimena Ugarte: Se presentó en más de 60 ocasiones para diferentes y diversos grupos que oscilan desde la escuela Don Bosco, hasta altos jerarcas de Instituciones, Icomos, MINVU, CFIA, CCC, etc. Varios profesionales y restaurantes se instalaron en San José, recuperando la confianza y el interés en la ciudad.
Respecto a los elementos conceptuales que se buscaron imprimir al proyecto, se deduce que la ciudad es antes que nada para el peatón y asunto de todos y para todos.
Proyecto San José Posible, recuperación Avenida 4. Fotografía cortesía del IAT.
LFQ: ¿Qué nuevos aspectos considerarían si tuvieran la oportunidad de ampliar la experiencia ante la urgente necesidad de recuperar otras avenidas y espacios públicos?
Jimena Ugarte: Poner mayor énfasis en el uso de materiales ahora disponibles para los discapacitados y mayor presencia de arborización y mobiliario urbano si el presupuesto lo permitiera desde el punto de vista financiero. Aplicar la ley de Justicia Tributaria para evitar la especulación con la tierra. En este momento, cualquier persona puede poner el precio que quiera a su terreno aunque pague 100 colones de impuestos, no haciendo y no dejando hacer. Si se aplica lo antes mencionado, debe pagar impuestos según el monto que le aplica a su terreno, de esta forma si pide un millón, paga impuestos por un millón. Esto evita que las tierras queden ociosas y abandonadas, sucias, se conviertan en botaderos y dormitorio de maleantes, vagabundos y drogadictos.
Proyecto San José Posible, recuperación Avenida 4. Fotografía cortesía del IAT.
LFQ: Hoy en día, cuando todos hablan de reinventarse ante la coyuntura actual, la crisis económica y otros desafíos, ¿cómo sería San José reinventada ante una mirada crítica y pensamiento de arquitectura?
Jimena Ugarte: Debería ser un casco histórico totalmente arborizado, que comprenda los 4 distritos centrales Merced, Hospital, Carmen y Catedral peatonales y con un excelente sistema de transporte público. Esto alejaría a los vehículos privados de la zona y mejoraría la calidad de vida de los peatones y trabajadores. Aplicar incentivos fiscales para el mantenimiento de edificios patrimoniales para evitar su demolición. Las ciudades que han invertido en los centros han sido un éxito (Curitiba, Montevideo, Barcelona, Bilbao, Bogotá, Santiago, San Juan, entre muchas otras, para citar como ejemplos). Cuando los centros se recuperan son las tierras más apetecidas porque es muy cómodo y agradable vivir cerca del trabajo y con todos los servicios disponibles, evitando los lentos desplazamientos.
Proceso de construcción Avenida 4. Fotografía cortesía del IAT.
A manera de conclusión de esta ojeada a la ciudad, se puede dirigir la mirada hacia otras intervenciones urbanas recientes, como las del “Barrio chino”, que se intersecta con este paseo peatonal de la avenida cuatro, conversé con tres jóvenes estudiantes de la Universidad Veritas que me ofrecieron su impresión acerca del vivir en la ciudad actual.
Maricel Campos observa la noción de descentralización como una realidad, a lo cual expresó: “En lo personal no visito San José, no por miedo o porque piense que sea fea, simplemente no tengo razón para ir ya que todo lo que necesito lo encuentro donde vivo”.
Natalia Delgado estudiante de Diseño Publicitario agregó: “En algún momento la ciudad capital fue bonita, o por lo menos transitable. San José fue la cuna de muchas luchas, por ejemplo el protagónico “Paseo de los Estudiantes”, que ahora fue aplastado por un barrio Chino que bien que mal quedó bonito y embellece un poco la máscara de un San José que perdió su historia e identidad”.
Ignacio Quirós, también estudiante de diseño se refiere a la calidad del espacio urbano cuando afirma: En el caso de la Avenida 4, si siento que le da mayor libertad de tránsito a los peatones para que circulen por la ciudad, al estar en una situación mas céntrica y atravesar la ciudad y pasar por puntos de interés, se hace mas útil para los peatones”.
Son siempre incómodos los puntos de comparación, sin embargo nos ayudan a valorar -como se ha dicho-, la vivencialidad que acrecienta un singular proyecto de diseño urbano y, sobre todo, cuando nos podemos mover por la ciudad sin tener que capearnos las motocicletas, autos y los altos congestionamientos; es por ello que se habla de calidad en el alto sentido de poder mirar incluso los rostros de los transeúntes que a veces se esconden tras vidrios polarizados o gestos desdibujados que acrecientan esa tensión vivencial del estar hoy en día en la ciudad.