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Eloísa Cartonera ¡Te amo, te odio, dame más!

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Nacida de la crisis argentina de inicios de 2000, Eloísa Cartonera inauguró nuevos caminos para el mundo de las editoriales independientes y autogestionadas. Gracias a ellos, libros y editoriales cartoneras se han convertido en un fenómeno presente en numerosos países de todo el mundo. Para disfrutar de versión integral de este artículo suscríbete o pide tu ejemplar de Experimenta 66 en este link.

 

Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2014. (Fotografía: Maia Vargas).

Buenos Aires. Corría el año 2002 y el país se incendiaba. La gente salía a la calle a quemar gomas y exigían un trabajo y algún tipo de ayuda social. Los niños salían corriendo con los brazos y la boca abierta, huían despavoridos de los colegios públicos. El dólar se volvía oro puro. Miles de familias salían a las calles, como muertos vivientes, a revolver los tachos de basura en busca de comida. Cualquier forma de supervivencia era aceptable. Sólo faltaba que nos matáramos entre nosotros, en medio de ese caos, de esa crisis, aunque a mí no me gusta llamarlo así. ¿Qué es una crisis? Crisis es una palabra que no define nada.

Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2014. (Fotografía: Maia Vargas).

Desde el estómago mismo de los habitantes, surgieron ideas geniales. Autoorganización, emprendimiento social, autogestión productiva, solidaridad con todos, imaginación y creatividad; todos conceptos que tomaron una fuerza gigante y esperanzadora. Ideas que, ahora me doy cuenta, estaban en nuestro ADN desde principios del siglo XX, desde la llegada de los primeros anarquistas. Organizaciones y microemprendimientos geniales: el club del trueque; las fábricas y talleres gestionados por sus propios trabajadores; las asambleas de vecinos en las plazas, que eran verdaderos caldos de cultivo de organización y amor hacia el barrio; la recuperación de los valores del cooperativismo. Todo sucedía en la calle y fue la primera vez en la historia argentina que la calle fue pública de verdad.

Preparación de cubiertas, Eloísa Cartonera, Buenos Aires 2014. (Fotografía: Maia Vargas).

Es lindo pensar que no hubo ni habrá, tal vez, una época de diversidad económica alternativa, de asociativismo, de compartir con los demás, de concientización civil y social más grande que esos tres o cuatro años de los 2000. Ya no se trataba de mejorar o de empeorar, vivimos una situación sin precedentes que pasó rápido y que no volvió a suceder. De hecho, hoy muy pocas organizaciones surgidas de esos años continúan con sus tareas. Eloísa Cartonera es hija de esa época de cambio, pero no sólo es hija, sino que supo mantener los valores y los esfuerzos de aquellos años. Por eso sigue en pie: como el tango, cada día gusta más…. continúa leyendo en Experimenta 66. Suscríbete o pide tu ejemplar en este link.

Eloisa Cartonera, premio del Prince Claus Fund.

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