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I ❤︎ MG

Fuente: miltonglaser.com. The works, wine labels. 7portes.

Fuente: miltonglaser.com. The works, wine labels. 7portes.

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Siendo Milton Glaser niño, alguien dibujó un pájaro en una bolsa de papel para sacarle una sonrisa. “Casi me desmayé al comprender que se puede crear vida con un lápiz”, explicó a la revista Inc. en 2014. Y añadió “En ese momento decidí que esa iba a ser mi vida”.

Glaser había nacido en el Bronx y murió en Manhattan, el viernes 26 de junio pasado, día en que cumplía 91 años. Seguramente su obra más conocida y, sin duda más divulgada e imitada es el logo-cartel por el que declaró su amor a NY. Para Glaser cada obra es una Idea, y así cambió el lenguaje de la cultura visual estadounidense en los años 60 y 70. No voy a glosar la siempre fresca y original obra gráfica de este creador gráfico que se fue a vivir unos años en Italia para estudiar arte y descubrir el espíritu europeo. “Los buenos diseños no molestan, pero no te hacen ver otro mundo. El arte es otra cosa: uno nunca se cansa de ver un buen cuadro. Tiene que ver con la emoción”.

Recupero, en este homenaje a Milton Glaser, una historia barcelonesa. No hace mucho, aprovechando la visita de Félix Beltrán, Teresa Camacho y Dulce María Castro, almorzamos en uno de los restaurantes más emblemáticos de Barcelona, el 7 Puertas, local que enamoró a Milton Glaser desde el primer momento. Tanto le gustaba Glaser que al cabo de unos cuantos años les diseñó las etiquetas para sus vinos y cavas. Mis amigos se llevaron esos recuerdos de Glaser, y comimos en la mesa dedicada a él, igual que las dedicadas a Salvador Dalí, John Wayne, Alexander Fleming o Robert De Niro.

Diseño para la botella de cava. Milton Glaser. Fuente: artículo de Albert Lladó, La Vanguardia.

¿Cuál era el motivo de los viajes de Glaser a la ciudad? Mi buen amigo Carlos Pérez de Rozas, director de arte del periódico La Vanguardia colaboró en estrecho contacto con Milton Glaser, que fue contratado a propuesta suya para la transformación del periódico centenario, el cual, en 1986 daría un salto a la modernidad incorporando el color en sus páginas, en paralelo al cambio tecnológico, y al mismo tiempo sumando nuevos periodistas y colaboradores.

Coincidiendo con la salida de la nueva maqueta de La Vanguardia, se llevó a cabo una gran exposición de la obra del diseñador neoyorquino en el Tinell.
Glaser era un experimentado diseñador de periódicos -como The Washington Post, The New York Times, The Los Angeles Times o The Underground Gourmet y rediseñador de clásicos como La Vanguardia o L’Express Lire.

El director de La Vanguardia Màrius Carol, explica su experiencia trabajando durante una semana en el estudio de Milton Glaser, a dos manzanas del Empire State, un edificio de cuatro plantas, donde igual se creaba la imagen de marca de una cadena de grandes supermercados, la señalización de un parque de atracciones, el rediseño de un restaurante de moda, que la nueva maqueta de un diario. “La Vanguardia se siente depositaria del talento creativo de Milton Glaser”.

Diseño para la botella de vino blanco. Milton Glaser. Fuente: artículo de Albert Lladó, La Vanguardia.
Diseño para la botella de vino tinto. Milton Glaser. Fuente: artículo de Albert Lladó, La Vanguardia.
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