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Keim, los carpinteros de bicicletas. Tallados a dos ruedas

Keim, los carpinteros de bicicletas. Tallados a dos ruedas

Nuevas maneras de fabricar bicicletas

Integrado por el carpintero Till Breitfuss y la diseñadora Paule Guérin, Keim es un joven estudio francés que quiere explorar nuevas maneras de fabricar bicicletas. Arvak y Alerion, sus primeras creaciones, indagan en las posibilidades de la madera tallada como sustituto estructural del aluminio. Su objetivo, devolver a la bicicleta su esencia original.

Tradicionalmente, la bicicleta ha sido uno de los vehículos privilegiados por el diseño. Desde la histórica Velocino hasta los experimentos con acero de Ron Arad o la apuesta DIY de Basten Leijh, la bicicleta representa no solo un objeto de culto, sino también una filosofía de vivir. El estudio Keim se aproxima a esta cultura de la bicicleta desde un punto de vista poco frecuentado: la carpintería.

Arvak encarna a la perfección la filosofía del estudio francés. Fabricada en fresno blanco y resina ecológica, esta bicicleta respira el trabajo artesano y meticuloso del carpintero. Pese a su aspecto rudimentario, su perfil es el resultado de un cuidado proceso de depuración. «Queremos volver a la esencia de la bicicleta, una máquina fascinante de eficacia inigualada que está vinculada al cuerpo, pero también al espíritu humano», explica Keim.

Arvak, Keim.

El cuadro de la bicicleta es muestra de este anhelo. Tallado a partir de madera de fresno de 24 capas, su estructura es hueca por dentro y se asemeja a los armazones monocasco de las embarcaciones. Al igual que en otros trabajos de carpentería, la veta de la madera ha sido respetada con el fin de conferir resistencia al vehículo. Es precisamente este cuidado la razón por la cual los diseñadores han limitado la producción de la bicicleta a 20 unidades.

Detalle de la rueda, Arvak, Keim.

Detalle de la cadena, Arvak, Keim.

Detalle del sistema de suspensión, Arvak, Keim.

Detalle del manillar, Arvak, Keim.

Detalle del sillín, Arvak, Keim.

Proceso de fabricación, Arvak, Keim.

El resto de componentes se integra a la perfección dentro del trabajo de capintería. La resina ecológica conforma el manillar con total armonía, mientras que los pedales y el sillín, de factura externa, se ensamblan con facilidad al vehículo. La ruedas de carbono diseñadas por la casa Corima completan el juego de piezas. En total, Arvak no supera los 7,5 kg.

Alerion, Keim.

Alerion, Keim.

Con Alerion, Keim da un paso más y convierte la bicicleta en escultura. Fabricada mano a mano con el tallador Charles Boulnois, en su cuadro conviven dos maneras distintas de tratar el fresno, dos poéticas de la madera que evolucionan en una solución progresiva: en un extremo, la madera más tosca y geométrica; en el otro, un ala exquisitamente tallada. Como si se tratase de un personaje de Ovidio, Alerion hace de la metamorfosis su razón de ser, de la tierra al aire, de lo natural a lo divino, de lo bruto a lo refinado.

Detalle cenital del sillín, Alerion, Keim.

Detalle del sillín, Alerion, Keim.

Detalle de las plumas, Alerion, Keim.

Detalle, Alerion, Keim.

La búsqueda por el detalle caracteriza también a Alerion. «El trabajo de esta pieza única revisita de manera contemporánea la época en la que el ornamento y el arte se aplicaban a los objetos funcionales, cuando los carros hititas y egipcios rivalizaban en ligereza y elegancia, mezclando la escultura y refinamiento», destacan Breitfuss y Guérin.

Proceso de fabricación y montaje de Alerion, Keim.

Till Breitfuss y Paule Guérin, Keim.

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