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Fungi Mutarium, desechos plásticos en hongos comestibles

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Hongos comestibles alimentados con residuos plásticos

Livin Studio, en colaboración con la Universidad de Utrecht de los Países Bajos, ha desarrollado Fungi Mutarium, un dispositivo capaz de generar las condiciones necesarias para obtener hongos comestibles alimentados con residuos plásticos. El proyecto, aún en estado prototípico, se presenta como un nuevo camino, no solo a las necesidades alimenticias, sino también a la mastodóntica batalla que la sociedad mundial mantiene contra los desechos plásticos y su devastador impacto ecológico.

Livin Studio y la Universidad de Utrecht

Para este proyecto, Livin Studio —fundado por la diseñadora industrial Katharina Unger y dirigido junto a Julia Kaisinger— ha trabajado de forma conjunta con un equipo de microbiólogos liderado por el doctor Han Wösten de la Universidad de Utrecht, institución que también ha soportado parte de los gastos. Para el desarrollo de Fungi Mutarium, Livin Studio parte de las investigaciones científicas llevadas a cabo recientemente que han demostrado que inclusive materiales tóxicos y de alta resistencia a la biodegradación como los plásticos pueden ser asimilados por ciertos tipos de hongos y transformados en biomasa comestible.


Fungi Mutarium, Livin Studio, 2014.

Schizophyllum Commune y la Pleurotus ostreatus

Las dos variedades de hongos utilizadas por el estudio austríaco en Fungi Mutarium han sido la Schizophyllum Commune y la Pleurotus ostreatus —esta última más conocida como champiñón ostra—, la elección se basa en la abundancia de ambas especies en estado natural y su situación geográfica, pueden encontrarse en en Europa, Asia, Africa, América y Oceania.


Fungi Mutarium, Livin Studio, 2014.


Fungi Mutarium, Livin Studio, 2014.

El proceso de Fungi Mutarium

El proceso de Fungi Mutarium comienza con la esterilización de los desechos plásticos mediante un tratamiento con rayos ultravioletas que a la vez, activa el proceso de degradación facilitando la asimilación para los hongos. El material, una vez esterilizado, es depositado en unos recipientes producidos en agar —solución gelatinosa procedente de algas rojas— bautizados con el nombre de “Fu”. Mediante el uso de una pipeta, las esporas de los hongos son introducidas en los denominados “Fu” para iniciar el proceso de crecimiento. Solo un par de semanas después la biomasa resultante es apta para el consumo humano.


 Fungi Mutarium, Livin Studio, 2014.

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