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Steve Jobs y la tipografía digital

Steve Jobs y la tipografía digital. © Norman Seeff / Rolling Stone

Steve Jobs y la tipografía digital. © Norman Seeff / Rolling Stone

Macintosh, Steve Jobs y la tipografía digital

Si la tipografía digital nació con Macintosh, Steve Jobs fue definitivamente su padre. Y fue él mismo quien se encargó de reconocerlo y difundir la historia detrás de su creación, en aquel famoso discurso que brindara en la Universidad de Stanford en 2005. El cofundador de Apple recordaba entonces la anécdota que se vinculaba a una de las decisiones más difíciles que tuvo que tomar en su juventud: abandonar por motivos económicos los estudios en el Reed College. Y si el joven Jobs se vio en la necesidad de dejar sus estudios, no abandonó en cambio el deseo de seguir aprendiendo, y supo buscarse el modo de asistir como oyente a las clases que realmente consideraba provechosas: “En aquella época la Universidad de Reed ofrecía la que quizá fuese la mejor formación en caligrafía del país. En todas partes del campus, todos los pósters, todas las etiquetas de todos los cajones, estaban bellamente caligrafiadas a mano. Como ya no estaba matriculado y no tenía clases obligatorias, decidí atender al curso de caligrafía para aprender cómo se hacía. Aprendí cosas sobre el serif y tipografías sans serif, sobre los espacios variables entre letras, sobre qué hace realmente grande a una gran tipografía. Era muy bello, histórica y artísticamente, de una forma que la ciencia no puede capturar, y lo encontré fascinante”, recordaba el CEO de Apple frente a los estudiantes de Stanford.

Steve Jobs. Steve Jobs y la tipografía digital

Robert Palladino, profesor de caligrafía y monje trapense

De aquel modo, en 1972, aparecía en la vida del joven Jobs, el personaje que encendería su pasión por la tipografía, el profesor de caligrafía y monje trapense, Robert Palladino. En sus clases se formaron muchos artistas, tipógrafos y diseñadores gráficos. Y si bien Jobs no pertenecía a ninguna de estas ramas y nada de lo que allí se aprendía parecía tener alguna aplicación práctica en su vida, diez años más tarde, aquella experiencia comenzaría a cobrar sentido: “Diseñamos el Mac con eso en su esencia. Fue el primer ordenador con tipografías bellas. Si nunca me hubiera dejado atraer por aquél curso concreto en la universidad, el Mac jamás habría tenido múltiples tipografías, ni caracteres con espaciado proporcional. Y como Windows no hizo más que copiar el Mac, es probable que ningún ordenador personal los tuviera ahora. Si nunca hubiera decidido dejarlo todo, no habría entrado en esa clase de caligrafía y los ordenadores personales no tendrían la maravillosa tipografía que poseen”, se enorgullecía Steve Jobs.

Robert Palladino. Steve Jobs y la tipografía digital

Susan Kare, la madre de la tipografía digital

Así, el cofundador de Apple atribuía a la influencia de Palladino la razón de ser de las elegantes fuentes del Mac; pero había algo que Jobs se olvidaba de mencionar, la influencia de otro personaje fundamental en la historia de esta creación. Porque si Steve Jobs fue el padre, Susan Kare tuvo necesariamente que ser la madre de la tipografía digital.
Cuando finalmente en 1983 hubo que demostrar al mundo que Macintosh era un ordenador pensado para las artes gráficas, la compañía fichó a la joven Kare, una recién graduada en Bellas Artes de la Universidad de Nueva York, para que diseñase los iconos del nuevo sistema operativo y las primeras fuentes no monoespaciadas para ordenadores. Así, nacieron Chicago, Geneva, Monaco y muchas otras fuentes, con y sin remate, formales y desenfadadas, que permitieron exhibir las potencialidades del Mac, para abrirse paso en un mercado todavía inexplorado. Si bien Kare se hizo más famosa por el diseño de iconos, fue también pionera en la creación de las más atractivas y originales tipografías digitales y tuvo una influencia definitiva en el desarrollo del diseño del lenguaje informático actual.

10 años de gestación y un final feliz

Desde aquella fascinación inicial de Jobs por el arte de Palladino, hasta el toque mágico de Kare que finalmente les diera nombres propios, más de 10 años debieron pasar para que las tipografías digitales pudieran cobrar vida. Una gestación que fue tan delicada y sutil como un fino trazo de tinta.

Catalogo tipográfico Mac. Steve Jobs y la tipografía digital
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