experimenta_

¿Me prestas tus ojos? Be My Eyes, app para personas con discapacidad visual

Microvoluntariado, una estrategia de diseño inclusivo

La vida para las personas con impedimentos visuales no siempre es fácil: tareas como comprobar la fecha de caducidad de un cartón de leche o elegir entre dos latas similares en un supermercado puede resultar todo un desafío. Be My Eyes quiere poner solución a este problema: esta aplicación para smartphone pone en comunicación a invidentes con asistentes para facilitar su día a día y resolver con rapidez estos pequeños conflictos. Be My Eyes convierte el microvoluntariado en una estrategia de diseño inclusivo donde, una vez más, lo digital se pone al servicio de las necesidades del ser humano.

Una aplicación para invidentes

La idea de una aplicación para invidentes surge de la mano de Hans Jørgen Wiberg, un fabricante de muebles danés que comenzó a perder la vista a los 25 años de edad. «Nací con un ángulo de visión normal de 180 grados. A lo largo de los años este rango ha disminuido hasta 5 grados», comenta Wilberg en una charla que impartió para TEDxCopenhagen en 2013. «Verse uno en el espejo todas las mañanas es algo que no podemos dar por sentado. Pero con tus ojos y Be My Eyes podemos mirar al espejos juntos, y de paso hacer de este mundo un lugar mejor».

Uso de la aplicación, Be My Eyes, 2014.

Uso de la aplicación, Be My Eyes, 2014.

Personas impedidas visualmente y una red de voluntarios

La aplicación, disponible por el momento en iPhone, pone en contacto a personas impedidas visualmente con una red de voluntarios deseosos de colaborar. Cuando se produce una situación en la que necesita asistencia, el invidente envía una solicitud de ayuda con su móvil. Una notificación llega a los smartphone de los voluntarios, que pueden aceptar o denegar la solicitud en función de sus circunstancias en aquel momento. Si la acepta, se inicia una videollamada con la cual la persona con discapacidad puede describir y mostrar la fuente del problema al voluntario. De esta manera se establece una colaboración donde trabajan juntos para resolver el conflicto.

Pantalla de inicio, Be My Eyes, 2014.

Interfaz gestual y vocal

Detrás de la programación de Be My Eyes se encuentra Robocat, un estudio de software responsable de otras aplicaciones como thermo.me o gethaze.com. Este equipo de desarrolladores y diseñadores daneses ha aprovechado todas las opciones les ofrecía el sistema operativo de Apple, incluida la modalidad VoiceOver: una interfaz gestual y vocal que facilita el manejo del iPhone a las personas discapacitadas visualmente. Además, el proyecto ha sido desarrollado sin ánimo de lucro y bajo una licencia de software libre, lo que permitirá en el futuro que cualquier programador pueda mejorar el código y así las prestaciones de la aplicación.

Perfil, Be My Eyes, 2014.

Faceta lúdica juega

La faceta lúdica juega un papel muy importante en la interfaz de Be My Eyes. La aplicación cuenta con un sistema de puntos y recompensas que premia cada uno de los servicios de ayuda prestados por los voluntarios. Además, el usuario progresa en su actividad obteniendo niveles, lo que ayuda a incentivar las motivaciones intrínsecas del juego. Pero lo más importante es que este sistema permite convertir una experiencia tan intangible como la colaboración desinteresada en una experiencia visual.

Uso de la aplicación, Be My Eyes, 2014.

10 mil usuarios y 120 mil voluntarios

En estos momentos existen más de 10 mil usuarios y 120 mil voluntarios inscritos en la plataforma. Según cuenta su página web, la aplicación ha servido como intermediador en más de 32 mil ocasiones, lo que parece indicar que puede convertirse en una alternativa real, eficiente y popular. Es precisamente en este último punto donde están trabajando actualmente los desarrolladores, que esperan sacar versiones para Android y ordenador de escritorio en muy poco tiempo.

Thelle Kristensen, CEO de Be My App, y Hans Jørgen Wiberg, inventor, Be My Eyes, 2014.

Salir de la versión móvil