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Diseño: Nueva Familia de Billetes

Además de su reconocido valor económico, sinergia de la vida productiva y comercial de un país, los billetes -como forma de pago-, son además portadores simbólicos de valores que buscan rescatar la cultura, estimular a la sociedad y observar los principios ecológicos nacionales. Los Museos del Banco Central de Costa Rica –MBCCR-, exhiben, desde finales del mes de enero 2014 la muestra “Nueva Familia de Billetes de Costa Rica”, componente de los acervos expositivos de su Museo Numismático.

Museos Banco Central de Costa Rica, Museo Numismático. Foto cortesía de MBCCR.

Entre otros, esta colección celebra a seis Beneméritos de la Patria, personajes protagonistas de valores democráticos y políticos, educativos, sociales y culturales costarricenses, pero además reconoce el valor patrimonial de los ecosistemas y biodiversidad, signo visible de la identidad e imagen con que Costa Rica se presenta ante el mundo.
Con estas motivaciones, me acerqué a don Manuel Chacón, curador de las colecciones numismáticas de MBCCR, con sede en el corazón mismo de la ciudad de San José, para abordarlo sobre los aspectos de producción gráfica de la nueva colección.

Detalles de la muestra Nueva Colección de Billetes de Costa Rica. Foto cortesía MBCCR.

LFQ: ¿Qué implica -desde el enfoque proyectual de diseño- contar con un producto final como es un billete, el cual al circular activa la amplitud de su valor en la economía?
Manuel Chacón:
Implica tres aspectos centrales: dicho valor económico, además de lo comunicacional y estético. De los tres valores el más importante es que comunique, los contenidos, la visión económica del Banco Central como ente emisor, pero además la biodiversidad, significativa para la industria turística, que suma a la promoción exterior del país. Los turistas se fijan, más que los nacionales, en estos símbolos y cuando dejan el país conservan algo que les recuerde su visita, entre otros, un billete.

Detalles de las colecciones del Museo Numismático. Foto cortesía de MBCCR. 

LFQ: Respecto a los contenidos o programa de diseño, ¿qué aspectos deben ser considerado por parte del diseñador?
MCh:
Primero, existe una información acerca del país, definida por parte del ente emisor. Segundo, son muy importantes los aspectos de seguridad, resultante de la combinación de ambos parámetros que determinan su diseño.
Pero estos factores deben conciliar con los requerimientos técnicos de la casa impresora, de los cuales algunos ya están incluidos en el papel utilizado para imprimirlos.

Sellos y otros medios de impresión utilizadas por las culturas originarias. Foto cortesía de MBCCR. 

LFQ: Esbocemos el proceso de producción, ¿por dónde se empieza?
MCh:
Como se dijo, se parte del papel, por lo general es producido por otra industria que lo suple a la casa impresora, desde un inicio incluye los signos de identidad y seguridad, como la marca de agua y algunas fibras fosforescentes y elementos sensibles al tacto, además del hilo de seguridad. Luego vine la impresión en intaglio, con la cual se agregan relieves a algunas de las figuras impresas. Por último, procede la impresión offset, con la cual se terminan de definir los demás elementos comunicantes.

 

Detalles de las ilustraciones. Fotografías cortesía de MBCCR.

LFQ: ¿Qué impide a los diseñadores locales manejar en su totalidad el proceso de diseño?
MCh:
Es muy complejo, las casas impresoras manejan información de seguridad de carácter secreto, no deben trascender, todo para evitar falsificaciones. En el caso de esta serie, el diseño se desarrolló en la casa impresora Oberthur Tecnologies, ahí definieron formatos, proporciones, dimensiones, y elementos gráficos. Para el caso de los billetes anteriores a la Nueva Familia, de 2000 y 10000 colones, el diseño inicial fue realizado por estudiantes de Artes Gráficas de la UCR, aunque se redefinió en la casa impresora en función de la ubicación de las medidas de seguridad.

Detalles del proceso de impresión. Foto cortesía de MBCCR.  

LFQ: ¿En qué etapas del proceso se definen esos índices de seguridad?
MCh:
Desde la fabricación del papel, pero es en la etapa de impresión “en intaglio”, cuando se agregan los relieves y otros registros de seguridad.
También coexisten componentes tradicionales como los trazos propios del grabado calcográfico de siglos pasados, los juegos florales y otros elementos que harán difícil su copia y falsificación. Por otro lado están las marcas de agua y fibras fosforescentes del papel, las tintas, su calidad y valores cromáticos.

Material explicativo y educativo acerca de los mecanismos de seguridad que intervienen en el diseño. Foto cortesía de MBCCR.  

LFQ: ¿Siempre ha sido así?
MCh:
No, en el Siglo XIX, por ejemplo, las principales medidas de seguridad eran la impresión en intaglio, las tintas especiales y las marcas de agua, por lo general compuestas por el nombre del banco emisor.

LFQ: ¿Existe software especializado en diseño de billetes?
MCh:
Por supuesto, pero son tecnologías propia de las casas impresoras, las cuales inciden en ofrecer altos registros de seguridad, incluso en 3D, que elaboran capas o relieves.

Museos Banco Central de Costa Rica, Museo Numismático. Proceso de diseño y creación de ilustraciones. Foto cortesía de MBCCR.  

LFQ: ¿Dónde están esas casas especializadas en fabricación de pales y sustratos?
MCh:
En USA, Inglaterra y Francia. En la actualidad son famosas la de Australia, que surten materiales sintéticos como los polímeros. Estos son funcionales en billetes de mayor emisión, como los de mil colones que son los que circulan en mayor cantidad, en tanto manejan factores como la resistencia al uso.

LFQ: Recapitulemos acerca de estos elementos fundamentales que contiene los billetes:
– Nombre del Ente Emisor,
– Valor en número de acuerdoesidente y Gerente del banco,
materiaes polas letras del nombre de la entidad emisora, hoy est caracter dentidaderos y letras,
– serie,
– firmas del Presidente y Gerente del Banco emisor,
– número de acuerdo,
– ilustraciones

LFQ: Respecto a las ilustraciones, ¿qué caracteres evidencian?
MCh:
Hechos históricos, sociales, culturales, o de rescate de valores, o elementos como en el caso local el de la biodiversidad, tendencia que viene de los años setentas para acá.
Desde el Siglo XIX cono se dijo, son índices de seguridad las ilustraciones como flores de acanto, volutas de columnas, tramas geométricas, pues son difíciles de repetir y copiar.

Proceso educativo y explicativo de los elementos a identificar ´por parte del usuario. Foto cortesía de MBCCR.  

LFQ: Manuel, hablemos de otros activadores simbólicos, como el coleccionismo. ¿Qué implica?, ¿qué busca el coleccionista? ¿Por qué, lo que pueden ser mínimos errores en la impresión o en el corte, disparan el valor del billete?
MCH.
Sucede, a pesar de que en la actualidad existan máquinas digitales que examinan la calidad de impresión y producción, se cuelan. En algunos casos, como en el billete de veinte mil colones, se da un mínimo defecto en el mapa, eso hace que los coleccionistas lo adquieran al doble y hasta el triple del valor normal.
En el control de calidad se observan factores como peso, tamaño, y las numeraciones, pero pueden darse cortes o sobre carga de tintas en la imprenta; sin embargo, la mínima diferencia en uno o un grupo de billetes origina interés y de eso están pendientes los coleccionistas. En la década de los años noventas del siglo anterior, se daban pequeños errores en la impresión de las firmas y fechas, pues el material impreso llegaba al país y había que complementarle ese carácter de información, en ocasiones originando descalce de registros, saturación de tintas, entre otros.

LFQ: Volviendo al programa de diseño, ¿cómo se define el contenido y estilo de las ilustraciones?
MCh:
Son decisiones tomadas por la Junta Directiva del Banco Central, quienes, de acuerdo a las políticas conmemorativas distinguen a los personajes, y detallan el carácter de esos diseños. Esta última colección que se exhibe y circula en el país, fueron impresos en Francia, aspecto que de alguna manera influencia y contextualiza nuestros billetes al estilo del Euro.

LFQ: ¿Podría cambiar el uso del billete a futuro, dado el uso del llamado “dinero electrónico” y la adquisición de toda esa tecnología que cada día dispara el avance?
MCh:
Es muy difícil, a pesar de que algunas personas pronosticaron su desaparición. En los años noventas del siglo XX, fueron frecuentes estos pronósticos, pero veinte años más tarde nos percatamos de que nada sucedió.
Pero sí es cierto que con el paso de los años la existencia de numerario –cantidad de billetes circulantes- disminuye, en tanto que por seguridad, muchas transacciones se realizan por esos conductos que aprovechan esta tecnología.

LFQ: La exaltación de los sistemas de la biodiversidad que caracterizan al país es muy visible en esta nueva serie, pero, ¿qué sucede con los procesos de impresión y del uso del papel? ¿Se contemplan esos rigores?
MCh:
Por supuesto, sí son considerados por el Banco Central, cuando se anuncian las licitaciones, las casa fabricantes presentan sus cartas donde este es un punto central a considerar, para evitar contaminantes, que influyen en el momento de adjudicar dicha licitación.
En referencia al impacto del uso del billete, no se elimina del todo -excepto en el uso de los polímeros-, que sean portadores de algún agente contaminante durante su proceso lógico de circulación, son hechos de algodón y lino, poseen una porosidad natural que pueden albergar organismos patógenos, por eso se dice popularmente que “no hay nada más sucio que la plata”, pero esos son casos extremos que ya pasaron a la historia del papel moneda.
Hoy en día, rigen altos rigores de seguridad y calidad, no solo en el proceso de producción del papel y otras materias primas, como el caso de las tintas, si no que existen certificaciones a las plantaciones de algodón intentando eliminar contenidos tóxicos. Por otro lado esta industria es compatible con las políticas de reciclaje y manejo de desechos que exigen las normas como la ISO 14000 que incorpora las nuevas tácticas ambientales.

Para concluir con la entrevista acerca de la muestra del Museo Numismático, Museos del Banco Central, me motiva reflexionar la importancia de mostrar los fondos, colecciones y nuevos productos del acervo del Banco Central, con la rigurosidad y profesionalismo con que son mostrados. Su pensamiento curatorial, museográfico, educativo y divulgativo hacen que la muestra, no sea solo la suma de lo que contienen las vitrinas, el cómo es comunicado es central, para nuestra asimilación como observadores que nos confronta a esos actos cotidianos como dar o recibir papel moneda, un agente cultural que habla de las relaciones internas o externas en incluso macro estructurales donde se mueve la economía mundial. Se dice que en un mínimo granito de polvo está la presencia del planeta, aplicándolo, diríamos que en un billete de a mil, en un rojo –como es llamado por el costarricense, está la economía del país, por lo tanto debemos apreciarlos, cuidarlos, no dañarlos para que tengamos una sociedad sana y activa y que visitemos la muestra para aprender quiénes y cómo somos.
  

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