Ambiciosa, optimista, funcional
Perron, la práctica de arquitectura canadiense dirigida por Brian Roettinger y Willo Perron, ha sido la elegida para diseñar las oficinas de Garoy, una de las constructoras más importantes de norteamérica, en la ciudad de Quebec.
«Es el fruto de una profunda reflexión sobre los nuevos escenarios pospandemia. El resultado es un lugar luminoso, cálido, colorido y diferente, que no solo enfatiza el bienestar, sino también la diversión y el placer de trabajar juntos otra vez», comenta Roettinger.
El nuevo edificio de tres pisos ha sido diseñado meticulosamente para satisfacer las necesidades de aproximadamente 100 empleados. La propuesta incluye una variedad de espacios para dar cabida a los equipos administrativos, de obra, etcétera. Dependiendo de la naturaleza de las tareas, los espacios de trabajo se distribuyen en oficinas cerradas, salas de trabajo de planta abierta, salas de reuniones o salas de conferencias.
«Además de satisfacer las diversas necesidades de nuestros clientes y aprovechar al máximo los más de 1.700 m2 construidos, logramos ofrecer ambientes diáfanos, cómodos, con una firma única», explica Rebekah Maciagowski, Diseñadora Asociada de Perron.
Al ingresar al edificio, los techos de doble altura crean una entrada acogedora pero, al mismo tiempo, ciertamente majestuosa. El volumen volado sobre el mostrador de recepción destila frescura. El énfasis en la mecánica del edificio, el diseño personalizado del encofrado de concreto, su imponente estructura de madera a la vista y sus vigas de acero de colores, buscan rendir homenaje a la amplia experiencia de Garoy Construction. Otro detalle superlativo ha sido la creación de superficies acristaladas para permitir la entrada de luz natural al corazón de las oficinas, en formas suaves y redondeadas diseñadas para romper con la naturaleza ortogonal del volumen principal y en diferentes colores, para energizar los ambientes.
«Los espacios irradian personalidades distintas gracias a una combinación ecléctica de formas, texturas y colores. También nos aseguramos de que estos mundos se comuniquen armónicamente entre sí, dada la abundancia de paredes de vidrio».
La nota final es para el mobiliario: colorido, sofisticado —en forma y función—, se ha conseguido vestir las oficinas con elegancia y aires de cordialidad.
