The Line: al futuro, en línea recta y a toda prisa

Donde el diseño y la tecnología sean la norma y no la excepción

Las ciudades sostenibles han sido carne de debate desde el apogeo de las ciudades jardín a principios del siglo XIX. Sus pros y contras se han discutido una y otra vez hasta el hartazgo y sus conclusiones, al igual que los proyectos producto de estas —poco más que cantos de sirenas—, han terminado, en la gran mayoría de los casos, olvidados en el oscuro cajón de las buenas intenciones.

Por esta y muchas otras razones, cuando una nueva iniciativa de esta índole salta a la palestra, es inevitable recibirla con cierto escepticismo,… bueno, a no ser que se trate de una como The Line.

The Line es un disruptor proyecto urbanístico que de concretarse, marcaría un antes y un después en el tejido socioeconómico planetario. Por las características señaladas en el brochure inicial, sin parangón y prácticamente sin precedentes —rozando la ciencia ficción—, su viabilidad estaría instantáneamente en entredicho de no ser que su máximo valedor es el gobierno de Arabia Saudita, una megapotencia económica sumida en profundos cambios culturales y políticos, cuyo frente más cruento es el del cómo afrontar el inexorable y cada día más cerca, fin del petróleo.

En esencia, The Line es un sueño de tres niveles: primero, una superficie peatonal con cero emisiones de carbono, donde la naturaleza será la gran protagonista; seguido de un subsuelo para servicios públicos, vehículos personales y otras estructuras menores; y por último, un segundo subsuelo destinado a la movilidad de alta velocidad. Una de las claves de esta ambiciosa propuesta, y de la que se desprende el nombre del proyecto, es su atípica diagramación, The Line es en efecto, una línea recta de 170 km de largo que desde las playas del Mar Rojo, atravesará la región de Tabuk de este a oeste. Esta futurista ciudad, en la no tendrá cabida la ineficiencia energética o humana, forma parte geográfica y conceptual de un proyecto mayor llamado Neom, una especie de Silicon Valley gigantesco de unos 26.000 km2 que busca convertirse en el polo tecnoeconómico de Arabia Saudita, Jordania y Egipto.

El tiempo dirá si The Line merecía al menos la tinta invertida en este artículo, de lo que hoy no hay duda, es de la necesidad y urgencia de ciudades como estas, donde el diseño y la tecnología sean la norma y no la excepción.

The Line: al futuro, en línea recta y a toda prisa
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