Lámpara Coderch, de Josep Antoni Coderch de Sentmenat

Serenidad. Esta es una de las principales cualidades que se deben exigir a un edificio, nos dice Coderch en conversación con Enric Sòria. Serenidad, también como sinónimo de ponderación, equilibrio, vitalidad. La lámpara Coderch, tal y como se conoce popularmente (él la bautizó «Prototipos»), es probablemente una de las más completas expresiones de la magia de la luz, transformadora de la energía eléctrica en calidez serena de imperturbable belleza.