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Juan Márquez, el mueble racionalista en España

Aunque el perfil biográfico de Juan Márquez ha estado definido por su condición de escultor, esta faceta de su vida no limitó en absoluto su creatividad. A pesar de dedicarse a ella durante tan sólo diez años, fue su labor más prolífera frente al enorme volumen de tiempo que dedicó al diseño de muebles desde que en 1932 abrió su primer taller de ebanistería y hasta 1980, año en que murió.

Mesa de centro de dormitorio.

Juan Márquez (Las Palmas de Gran Canaria 1903-1980) se crió en un cuidado ambiente cultural que le permitió conocer a artistas, arquitectos e intelectuales desde su infancia y que le influyeron en sus preferencias y sensibilidad artística. Tras iniciar sus estudios de arquitectura y escultura en Berlín, en 1925 se trasladó a París donde descubrió un nuevo campo de experimentación. En la capital francesa, pagaba el alquiler de su vivienda con el dinero que sacaba dibujando muebles.

Mobiliario racionalista de Juan MárquezDibujo de salón realizado en papel vegetal.

En 1932 se instaló en Las Palmas, en la parte trasera del despacho del arquitecto Miguel Martín, quien llevaba años proyectando arquitectura racionalista y diseñando el mobiliario de algunos de sus edificios. Fue para Martín para quien realizó sus primeros trabajos de ebanistería. En menos de un año Márquez abrió un taller y amplió el negocio, aprovechando un momento en el que el público comenzaba a aceptar sus diseños. Estos proyectos quedaron recogidos en tres álbumes de dibujos, que fueron recopilados años después.

Mobiliario racionalista de Juan MárquezDespacho para el doctor Artiles.

Por la cantidad y calidad de los diseños, estos tres cuadernos son la referencia fundamental de la producción llevada a cabo en su primera empresa. Este es, además, el principal dossier de autor sobre la producción industrial de mobiliario del siglo XX que se conoce en Canarias y que, por sus características, ha pasado a convertirse en fundamento y origen, junto con la aportación del estudio de Miguel Martín, de lo que podemos definir como primer mobiliario industrial moderno diseñado y producido en Las Palmas de Gran Canaria.

Aunque no todos los dibujos están fechados, el que tiene una fecha mas antigua corresponde a unos muebles concebidos para su estudio que datan de marzo de 1934. Desgraciadamente, no se tiene acceso a ninguno de los muebles fechados, pero si a algunos otros que tienen la referencia temporal de su ejecución.

Mobiliario racionalista de Juan MárquezDibujo de salón realizado en papel vegetal.

Mobiliario racionalista de Juan MárquezVestíbulo para la casa de Rivero.

Tal es el caso de los encargados por el matrimonio Ramón Rodríguez Marrero y Arlet Drincourt Lencou-Bareme en 1934 en los cuales era evidente la preferencia de Arlet por los muebles modernos. Márquez supo interpretar sus indicaciones con una selecta y cuidada propuesta estilística consiguiendo que de dicho encargo surgiera una excelente colección de veintidos piezas que aún se conserva en su totalidad. Esta colección destaca por su sencillez, pureza de formas, textura de los materiales, color de las maderas, rigor de funcionamiento y depurada ejecución.

Mobiliario racionalista de Juan MárquezSillón.

La mesa del comedor es todo un ejemplo de virtuosismo formal. Las patas laminares y el tablero tienen en la veta de la madera un contrapunto de profesionalizado que deja patente el arriesgado ejercicio de construcción al que era capaz de llegar Márquez. En las sillas, por su parte, lo que más llama la atención es su respaldo por la suave curvatura y su sistema de fijación al asiento. En cuanto al tocador y al espejo vestidor, se puede decir que se trata de un trabajo más experimental que práctico. La base está compuesta por dos tableros curvados colocados a una altura tan baja que resultan imposibles de utilizar como tocador de manera que funcionan como base del espejo.

Mobiliario racionalista de Juan MárquezTocador.

Los muebles realizados para Ramón Rodríguez son una excelente muestra del trabajo personalizado que realizaba Márquez, más alejado de la línea en la que diseñaba Miguel Martí, de una estética más acorde a lo que demandaba el mercado nacional. En este sentido, los trabajos de Márquez se inspiraban en las técnicas que provenían de centroeuropa y que él se empeñaba en defender. Sus muebles no tenían parangón a nivel nacional y resulta imposible encontrar alguna propuesta similar.

Mobiliario racionalista de Juan MárquezTocador.

De esta manera, se puede afirmar que en sus primeros trabajos Márquez experimentó con maderas existentes en el mercado local y con paneles contrachapados comprados directamente en París u Oslo. Después pasó a interesarse por las maderas nobles y macizas que le caracterizaron más tarde, tales como la caoba procedente de Cuba. Dependiendo de los materiales que utilizaba, Márquez iba cambiando las series y las fuentes de inspiración, Ios acabados superficiales –fundamentalmente con la incorporación del lacado– y los recubrimientos metálicos. Cada vez con más frecuencia, fue utilizando una cerrajería y auxiliares del armado interior de los muebles más sofisticados.

Fue cuando Márquez comenzó a hacer gala de una estética más personalizada y madura, acercandose al final de un periodo, fijado en 1938, cuando las condiciones sociopolíticas impusieron la escasez de materias primas y la delimitación de los estilos
 

Artículo publicado en Experimenta 34 con el título Mobiliario racionalista.

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