La columna de Joan Costa en Experimenta. Hoy: Info-grafía

La columna de Joan Costa: ¿Una Filosofía del Diseño?

Respondo a los amables colegas que me han escrito a propósito de mi columna anterior “Hoy toca filosofía”. Y me ha sorprendido este interés de los diseñadores. Lo mismo pensaba un amigo interlocutor que se despedía con este deseo: “Ojalá la muchedumbre silenciosa del diseño te haya entendido”. Pues no está mal, porque este ha sido el tema que ha suscitado más reacciones de mis lectores de Experimenta.

Alguien ha sugerido ir más allá de este “Hoy toca”, extendiéndolo a una filosofía del diseño. Filosofías hay muchas; del diseño no sé. Pero existe una, escrita por el malogrado buen amigo y gran filósofo Vilém Flusser de la escuela de Praga, lo que atestigua que el interés del pensamiento hacia el diseño supera el de los diseñadores, o sea que va en serio. Su libro Filosofía del diseño (Ed. Síntesis, Madrid, 2002) reúne una serie de textos publicados en Alemania en 1993; después se hizo una edición inglesa, The Shape of Things (1999), de la cual procede la edición española citada más arriba.

Precisamente en aquellos momentos coincidieron varios libros sobre la Forma: Las formas de la vida, La vida de las formas, La rebelión de las formas, La forma de las cosas, etc., por lo cual me decidí a escribir La forma de las ideas (2006); su segunda edición actualizada y ampliada es de 2019 (Experimenta, Madrid). Por otra parte, volviendo a Vilém Flusser, he publicado otros artículos suyos, uno sobre Cultura y otro sobre Comunicación, en mi libro La Comunicación. 10 voces esenciales (exclusiva Experimenta).

Vuelvo a los comentarios a mi columna anterior que ha sido juzgada como “filosofía radical. Cuanto más radical más lúcido”. Lo agradezco y estoy completamente de acuerdo en el valor de lo radical en el sentido etimológico del término porque profundiza en la raíz de los conceptos y fenómenos, su origen y su especificidad. Y agradezco también a quienes señalan la claridad de mi trabajo. Para ambos temas me apoyo en dos divisas que comparto aquí: la de Francis Bacon, “Conocer verdaderamente es conocer las causas”, y la de Karl Popper, “La claridad es un valor en sí”. Para mí, claridad equivale a respetar al lector y deseo de serle útil.

A todos los diseñadores les recuerdo a propósito de la claridad, que el diseño gráfico hace las cosas imaginables, comprensibles, inteligibles y, por tanto, utilizables. Y en ese sentido les animo a que practiquen la comunicación escrita porque implica una gimnasia mental propia de seres conscientes y no dormidos, y a desarrollar una atención y juicio propio, todo lo cual facilita la capacidad reflexiva, de estructurar las ideas, organizar el contenido contextualizándolo, jerarquizar lo esencial y conservar lo que le es supeditado -que así se construye el significado- y eliminar lo superfluo, que estorba. 

De hecho, proyectar, organizar un mensaje, diseñar en fin, es exactamente la misma estructura e idéntico proceso que el de escribir: todo implica proyectar. Y proyectar es proyectarse uno mismo en aquello que hace: esto es crear.

Hasta la próxima.

Si quieres comentar, discutir, aportar o simplemente contactar a Joan por el contenido de sus columnas, puedes escribirle a jci@joancostainstitute.com

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