La columna de Chema Aznar

La columna de Chema Aznar: ¿El diseño es un humanismo?

En la década de los años ochenta, Guillem Turró y Francesc Torralba publicaron un artículo en la revista Temes de Disseny cuyo título era El diseño es un humanismo. En este artículo defendían que las humanidades y las ciencias sociales debieran aparecer en el currículo de las enseñanzas del diseño.

Durante las décadas de los setenta y los ochenta ya se observaban los inicios de la crisis en la teoría y la práctica del diseño, donde el tiempo de la realización del proyecto se iba diluyendo, mediado incipientemente por las tecnologías, desde la necesidad de acelerar los procesos, dejando de lado aspectos influyentes e importantes en el devenir del proyecto. Los sistemas de representación e información, así como la ejecución, iban reduciendo el tiempo proyectual…

Ante esa euforia sobre la eficiencia en el mercado global, esta situación producía perplejidad y, a la vez, admiración por sus posibilidades: la tecnología de representación, la rapidez en la gestión. Se iba desubicando la producción desde un planteamiento hiperproductivo globalista, reduciendo costes para ser competitivos. La solución iría hacia una producción acelerada y automatizada, en donde se encaminaría hacia un diseño sin diseñador, donde este poco pudiera decir. Hoy hemos llegado al límite.

Las escuelas orientaron sus currículos y programas hacia la eficiencia comercial, consumista y ejecutiva del diseño, obviando la condición social, humana, crítica, reflexiva y el sentido prístino inherente en los contenidos formativos del diseño y la arquitectura.

Incluir las humanidades y las ciencias sociales fue una propuesta realizada por G. Turró y F. Torralba desde su artículo El diseño es un humanismo. Su intención no era un objetivo o finalidad en instruir un conocimiento académico integral e incondicional, “pero sí el deseo de conocer y profundizar incansablemente la raíz de las humanidades”. El título del artículo está inspirada en una conferencia que impartió J. P. Sartre, titulada L’existentialisme est un humanisme. Inspirándose en ella, surgió el título de su artículo El diseño es un humanismo. Según el artículo, G. Turró y F. Torralba defendían que las humanidades y las ciencias sociales debieran estar incluidas en el currículo de las enseñanzas del diseño.

Actualmente, ante las tecnologías y los nuevos sistemas de la inteligencia artificial, y tomando en consideración su propuesta, estos autores, desde el análisis del contexto del diseño de su tiempo, podrían ser considerados en nuestro presente: “Fomentar el deseo y la inquietud intelectual es una cuestión de forma y propone también el deseo del propio docente”. Hoy los nuevos sistemas de la inteligencia artificial y los sistemas agresivos de comercialización de productos eficientes buscan solo la rentabilidad; aunque esta condición es básica en esta sociedad, se pudieran mitigar a favor de la crítica y la reflexión en cada situación de los procesos del proyecto. Turró y Torralba apuntaban lo siguiente: “Las humanidades fomentan el espíritu crítico, es decir, la elaboración de la crítica racional y argumentada frente a los organismos de poder y las formas de homogeneización”. Pero entramos, desgraciadamente, en una crisis global de desorientación, perplejidad, fragmentación o especialización en procesos automáticos, en donde el diseñador debiera investirse de ese espíritu crítico.

Según una de las premisas educativas de la escuela Bauhaus, la intención y el objetivo en el pensamiento de su propuesta pedagógica sería que el objetivo principal de los conocimientos de su enseñanza no fuera solo formar diseñadores o artistas, sino formar seres humanos.

Walter Gropius afirmaba lo siguiente: que era importante fundamentar en el alumno el carácter de líder, inconfundiblemente coordinador en la materialización de su creación.
Moholy-Nagy decía que “el hombre es un objetivo y no un objeto”.
Bernhard Bürdek explica y justifica los motivos que tiene el diseño desde su atención a las ciencias filosóficas en el capítulo “Métodos cognoscitivos de la filosofía en el diseño industrial”, de su libro Historia, teoría y práctica del diseño industrial. Pretende aclarar cuáles serían los fenómenos en los procesos proyectuales y cómo su metodología del diseño remite a la filosofía, de forma directa o indirecta.

Hoy, la crisis del diseño se ha desarrollado a consecuencia de la disparidad de aplicaciones y aprovechamientos en infinitos conocimientos que emergen de forma continuada. El diseño, tal como lo entendemos, está en crisis: la pérdida de identidad en nuestros días —como ya entendió Bürdek—, ya desde una forma sibilina, expresaba que “la crisis de identidad del diseño… en nuestros días (en las décadas de los ochenta y noventa) evidencia una necesidad de teoría y reflexión, por tanto, de filosofía…”.

En la educación del diseño es importante sensibilizar y fomentar en los alumnos una actitud crítica y propuesta frente a una sociedad tecnológica acelerada que presenta una dirección hacia el  olvido. Habría que preguntarse: ¿esta situación es una amenaza?

Hoy está a un nivel muy alto lo que denominan Turró y Torralba la Tecno-tendencia. Frente a este reto de la educación del diseño, es importante sensibilizar a los alumnos y que se posicionen desde la crítica en el espacio ocupado por “la sociedad tecnológica acelerada”.

¿Es una amenaza o, por el contrario, estamos ante un cúmulo de nuevos paradigmas en donde lo humano se difumina o se imbrica, y donde el diseño, desde la crítica y desde su bagaje humanista, pueda ser identificado?

En un tiempo y lugar, el diseñador proyecta, pone atención al objeto proyéctable, relaciona e interactúa en las distintas fases del proyecto hacia alcanzar los objetivos. En la búsqueda o desde los mismos problemas surgidos: la inquietud y los estados humanos que se inmiscuyen en el mismo proceso. 

Desde esta simbiosis, las dudas e intenciones serían esenciales, en donde el conocimiento del humanismo y las ciencias sociales, y su cultivo, debieran estar inscritos en la enseñanza del diseño, proyecto: “el deseo de conocer y profundizar incansablemente la raíz de las humanidades”, así como saber aplicar y explicar los problemas o soluciones que surjan de en los procesos del diseño.

Citas

Turró Guillem y Torralba Francesc. Del articulo el Disseny és un humanisme, revista Temes de disseny nº.21  Escuela Superior del Desseny Barcelona año 2004.

Burdek Bernhard. Historia, teoría y práctica del diseño industrial ed. Gustavo Gili Barcelona 1994.

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