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Diseñar una cafetería

José Rafael Brenes Silesky es Ingeniero Civil de profesión, graduado en la Universidad de Costa Rica, y aunque se sumió de lleno en el diseño estructural, construcción e incluso diseño de puentes y carreteras muy propios del perfil del ingeniero, en los últimos años ha venido involucrándose en el diseño de tiendas, tratando de explorar su beta creativa. Quiero tener esta conversación con él, para que nos relate cómo ha sido su aproximación al diseño, cómo se genera experiencia a partir del conocimiento de los materiales, las técnicas y tecnología de la construcción y su afinidad con la arquitectura; preguntarle quizás cómo hace para escuchar esa voz del material y afinar su sensibilidad para el color, la luz, el claroscuro, el deleite por el vacío cuando se conocen todos esos valores que emergen del espacio interior, para jugar creativamente a partir de la experiencia de haber vivenciado, palpado, tocado dichos materiales y sus calidades, que no es simplemente verlos, todo para satisfacer al usuario, al cliente y tener presencia en la vida cotidiana, en este caso, de un mall muy concurrido como es Multiplaza de Curridabat.

José Rafael Brenes Silesky, diseño de cafetería. Fotos cortesía del diseñador. 

LFQ: ¿Cómo fue tu acercamiento al diseño de una tienda, en este caso una cafetería?
José Rafael Brenes Silesky:
Mira, de estas tiendas he diseñado ya cinco. Toda mi vida me he sentido muy atraído por el diseño en general. La idea de crear cosas nuevas que produzcan sensaciones a las personas es apasionante. Incluso en el mas frio diseño estructural me genera esta sensación. Se me pidió una propuesta de estas cafeterías, basado en un lineamiento básico que la franquicia pide. Utilice un programa de diseño tridimensional (que yo solo aprendí a usar). La propuesta gustó, y luego pasamos por un proceso de ajuste en el que participaron tanto los dueños como la administración de cada Mall. La idea en este caso fue combinar el concepto tradicional de la franquicia con notas modernas asimiladas en mi lectura del entorno del Mall. Todo este proceso de mi parte es totalmente intuitivo, pues no tengo una formación formal en arquitectura, de formación formal soy ingeniero civil.


LFQ: ¿Qué media entre el diseñador y el cliente para alcanzar el éxito de un proyecto?
JRBS:
Pienso que entre ellos debe mediar, primero que nada, una relación relajada, jovial, de mucho diálogo. Solo así creo que se puede captar lo que tu cliente quiere, observar sus gustos, estilo de vida y, ¡hasta sus ideas fijas y obsesiones! Finalmente es el cliente quien disfrutará la obra. El éxito para mi es que el dueño se sienta a gusto en lo que te pidió, aunque no sea el estilo que el diseñador quiera, esa es la inteligencia del que crea.

José Rafael Brenes Silesky, diseño de cafetería. Fotos cortesía del diseñador.  

LFQ: ¿Posees alguna táctica en especial para emprender esa difícil negociación de conciliar tus ideas con las necesidades del cliente?
JRBS:
No tengo táctica en particular, pero trato de conocer la personalidad del cliente. Hay profesionales que le imponen su estilo y al final lo que se tiene es -por ejemplo-, una familia de gustos clásicos metida en una casa minimalista pero totalmente insatisfechos. El único contento es el diseñador. No creo en esas soluciones.


LFQ: ¿Cómo calza en todo ese proceso previo al diseño la creatividad y tu experiencia como ingeniero civil? Es una mezcla interesante, pero, ¿de qué manera aunar la ciencia y el arte? ¿Qué referentes podrías citar?
JRBS:
Toda la vida he vivido fascinado por el proceso creativo. Desde niño hacia pintura, acuarela, de universitario pasé por la danza, tango, tuve una cafetería, hice una obra de teatro dirigida por Haydee DeLev. Soy lo que en este país llamarían un bombeta, ¡jajajaja! Todas estas experiencias me han aportado imágenes y sensaciones. El ingeniero que soy me da un conocimiento detallado y racional de los materiales: resistencia, rigidez, flexibilidad, durabilidad, texturas, elaboración de modelos matemáticos de las estructuras. Mi gran referente en todo esto es el ser humano más completo que ha existido en este campo: Leonardo Da Vinci. No hace falta hablar de él.

José Rafael Brenes Silesky, diseño de cafetería. Fotos cortesía del diseñador.  

LFQ: ¿Cómo inicias un proyecto?, ¿dónde encuentras los activadores, la fuerza y la perspicacia para iniciar?
JRBS:
¡Me cuesta un mundo empezar! Paso días con una idea en la cabeza, doy vueltas como una gallina, hago mil cosas antes de comenzar a hacer la primera raya. Sin embargo cuando empiezo me apasiono, no paro.


LFQ: ¿Crees que los factores emocionales enriquecen el espacio y cargan tu selección de muebles, materiales, acabados, colores? ¿Cómo se logra, color, texturas, uso de imágenes, fotografías? ¿Qué estrategias posees para atraer el interés del usuario que anda sediento de un algo diferente que le active sus propias emociones? ¿Crees que es válido plantearse estos factores en un proyecto de diseño, sobre todo para un proyecto ubicado en un gran mal como Multiplaza, donde transitan miles de personas diariamente, o cómo llamaría Marc Auge “los no espacios” o “espacios del anonimato”? ¿Cómo implicar las emociones del usuario para que salga empoderado de la experiencia de visitar y ser usuario o cliente del lugar?
JRBS:
Claro, sin duda alguna para mí la creatividad es una respuesta emocional, es el primer paso. Estos lugares “no lugares” tienen un gran desafío: Llamar la atención, atraer y obviamente en este caso, vender (esto es todo un mundo aparte). Entra en juego la audacia, el atrevimiento en todos los aspectos para sacar de su mundo al transeúnte. Combinar colores, materiales y texturas que logren romper ese transitar distraído por el espacio impersonal del Mall. Eso en el individuo creativo apasiona, intriga, crea ansiedad, pero ese es el disfrute del proceso.

José Rafael Brenes Silesky, diseño de cafetería. Fotos cortesía del diseñador.  

Andar por la ciudad, recorrer los grandes centros comerciales repletos de personas deseosas de un algo que muchas siquiera saben qué es, o tienen una ligera sospecha, pero caminan, observan, encuentran y vuelven a buscar. El diseñador ocupa aquí una función fundamental, él tiene que saber de sicología social para cohesionar un concepto que sea leído y satisfaga a un usuario delante de tanta comunicación visual, requiere atraer la atención del caminante y buscador, manejar un espacio para hacerlo funcional y atractivo, con signos que pueden ser desde un mueble, un determinado mecanismo luminoso, un material, un color, una textura, una fotografía –como en este caso, dispuesta en lo alto del espacio-, se trata de una apariencia que funcione y a la vez intrinque con esas emociones para que el usuario emerja satisfecho del lugar que visitó y evoque lo suyo, lo que es propio y disfruta en su intimidad. Me encanta indagar estos y otros aspectos extra proyectuales, por lo que encontré en Brenes Silesky a un diseñador haciendo experiencia, motivo que aprovecho para que nos comparta su visión y el significado de su propio caminar en esos enormes espacios de la urbe contemporánea.

  

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