La columna de Luis Montero

La columna de Luis Montero: El carguero del futuro.

25/07/2056. 18 h 23’ 22’’. Transmisión #991. Origen: Carguero no tripulado Hawking-23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. La llegada se realizará a la hora prevista.

El Hawking-23 estaba programado para informar constantemente de su posición. Todo indicaba que el viaje transcurría como se esperaba. La tranquilidad que aparentaba el Centro de Control era eso, apariencia. Debajo de aquella disciplinada actitud casi hierática de ingenieras, técnicos y periodistas dormitaba secuestrada la inmensa incertidumbre de saber que en las bodegas de ese carguero viajaba la última esperanza de futuro para los terrícolas.

25/07/2056. 18 h 25’ 54’’. Transmisión #992. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. La llegada se realizará a la hora prevista.

El Hawking-23 era el primer carguero temporal. Habían hecho falta más de 25 años de trabajo, en más de 124 universidades y laboratorios de todo el mundo para conseguir lo que se consideraba como la obra magna de la ingeniería y el diseño de la historia de la humanidad. Un ingenio diseñado para viajar al futuro. Y volver. Hacía 25 días que había partido y la Tierra esperaba enmudecida su aterrizaje en menos de cinco minutos.

25/07/2056. 18 h 26’ 08’’. Transmisión #993. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. La llegada se realizará a la hora prevista.

El Hacking-23 había sido nombrado en honor a aquel niño prodigio de la física teórica que fue Stephen Hawking, quien además de proveer la prueba matemática de la existencia de los agujeros negros, planteó la paradoja del abuelo, que establecía que no podemos viajar atrás en el tiempo y modificar los hechos porque estaríamos modificando el presente. Por este motivo se decidió viajar al futuro, para que este modificara el presente y, así, hacer ese futuro posible.

25/07/2056. 18 h 27’ 39’’. Transmisión #994. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. La llegada se realizará a la hora prevista.

El Hawking-23 despegó de la pista central del CETK, Centro Espacio-Temporal Kennedy, Cabo Cañaveral, Florida, EEUU, el 1 de julio de 2056, hacía 6 minutos y 18 segundos, con destino a la pista central del CETK, Centro Espacio-Temporal Kennedy, Cabo Cañaveral, Florida, EEUU, donde aterrizó el 1 de julio de 2156, y tras viajar por el tiempo 10 minutos aterrizará en la misma desde la que despegó en el CETK, Centro Espacio-Temporal Kennedy, Cabo Cañaveral, Florida, EEUU.

25/07/2056. 18 h 28’ 16’’. Transmisión #995. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. La llegada se realizará a la hora prevista.

El Hawking-23 aterrizará en menos de dos minutos en la misma pista de la habría partido para cumplir con una misión inaudita: viajar en el tiempo hacia el futuro para proveerse de la tecnología necesaria para aumentar la producción agrícola de un planeta devastado por la superpoblación y cuyos recursos se agotarán en menos de 5 años. En esa bodega descansaba la última esperanza de la humanidad.

25/07/2056. 18 h 29’ 09’’. Transmisión #996. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. La llegada se producirá en 40 segundos.

El Hawking-23 había sido diseñado para transportar todo lo que la Tierra futura pudiera aportar a la Tierra presente. Si habían sobrevivido otros cien años era, sin duda, porque gozaban de maravillas nunca vistas que permitirían a esta humanidad volver a soñar con el futuro. Editores genéticos, modificadores climáticos, potenciadores energéticos. Nuevas especies, nuevos fenotipos y, sobre todo, nuevos super-alimentos.

25/07/2056. 18 h 29’ 44’’. Transmisión #997. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. Quedan 16 segundos para el aterrizaje.

El Hawking-23 ya podía verse a simple vista. El estruendo de los aplausos de la multitud allí reunida creció progresivamente a medida que el primer punto negro que apareció en el cielo crecía hasta distinguirse claramente las formas de la nave. Cuando estuvo tan cerca que ya podía escucharse, sus motores fueron silenciados por la ovación. Todo el planeta aplaudía.

25/07/2056. 18 h 29’ 51’’. Transmisión #998. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. Quedan 9 segundos para el aterrizaje.

El Hawking-23 empezó las maniobras de aproximación. Los retro-cohetes se encendieron a máxima potencia, había que contrarrestar la gravedad y la inercia del descenso. A los pocos segundos la nave flotaba estable encima de las cabezas de la muchedumbre. El espectáculo era apoteósico.

25/07/2056. 18 h 29’ 58’’. Transmisión #999. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Sin novedad. Rumbo correcto, velocidad correcta. Quedan 2 segundos para el aterrizaje.

El Hawking-23 inició un lento descenso que terminaría sobre el hormigón de la pista central del CETK. Nadie hablaba en el Centro de Control. Nadie hablaba entre los cientos de miles de personas reunidas en los alrededores. Nadie hablaba en ninguna parte. Un planeta en silencio acunaba la bajada de la nave.

25/07/2056. 18 h 30’ 00’’. Transmisión #1000. Origen: Carguero no tripulado Hawking 23. Destinatario: Centro de Control, Cabo Cañaveral. Aterrizaje sin novedad. Envíen sus equipos. Abrimos compuertas.

El Hawking-23 posó sus ruedas sobre el hormigón. Tras unos leves devaneos, casi imperceptibles, la nave se estabilizó. El silencio planetario se fundió en un suspiro universal. Todos los ojos del planeta atentos a la retransmisión de los primeros técnicos que cruzaron la pista. Fueron directamente a la bodega. Esperaban maravillas nunca vistas que permitieran a la humanidad superar esta que parecía la crisis definitiva. Sin embargo, encontraron el eco de sus pisadas en una bodega vacía. Todos los ojos del planeta concentrados en el eco de unas pisadas en una inmensa bodega universal vacía.

Y tú, ¿crees que vamos hacia una hecatombe planetaria? ¿Crees que la tecnología nos va a ayudar a superarla? Estaremos encantados de leerte en #DiseneticaExperimenta y @Disenetica en Twitter.

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