…a la que ahora suma Nohui, su propia marca de textiles
Sus maravillosas fotografías -desde las abuelas tejedoras a la propia, los niños a infinitos rituales- teletransportan a uno de los acervos materiales e inmateriales más bellos de la humanidad: los textiles de Oaxaca. El lujo de vestir artesanal.
Es que Abisai Navarro nació en una comunidad cerca de la costa, Santa María Tonameca y decidió viajar a la ciudad para estudiar diseño gráfico, aunque desde hace muchos años, cada instante de su tiempo libre lo dedicó ( y dedica) a documentar el patrimonio biocultural de su región conformada por 570 municipios: las técnicas ancestrales más alucinantes (el 70 % produce arte popular). Básicamente porque se están perdiendo o las están robando (sobre todo marcas extranjeras que copian vilmente sus diseños). Y porque son un verdadero tesoro único de ese lugar como el algodón color café y verde o los maravillosos tintes naturales como el caracol púrpura pansa con los que bordan y tejen los emblemáticos huipiles y cotones.
Así, luego de infinitos viajes documentales hechos a pulmón con sus propios medios, hoy ostenta su propia marca Nohui. “El hipocorismo de Noichana la diosa zapoteca a la cual se le atribuyen las artes textiles, representa a las y los tejedores que con tecnología ancestral crean arte de extraordinaria belleza, hilar, tejer y bordar son herencia de un pasado glorioso que enmarca la cosmogonía que aún persiste en Oaxaca”, nos detalla. Y continúa: “Desde la sierra hasta la costa en el estado de Oaxaca existen manifestaciones artísticas con lenguajes propios que se han guardado celosamente en el imaginario colectivo de cada uno de los maestros artesanos, que han inmortalizado su forma de vida por medio de códices y técnicas. En Nohui honramos la labor de estos artistas por mantener vivo el patrimonio biocultural de nuestro país y es por ello que tenemos el compromiso de enseñar y educar sobre los procesos artesanales; que radican desde la siembra del algodón nativo, hasta llegar a ser el hilo que tejerán en los telares de cintura; utilizando tintes naturales y gran parte de ellos prehispánicos y ceremoniales como: el caracol púrpura pansa, la grana cochinilla y el añil; logrando con ellos piezas únicas (huipiles, cotones, rebozos, etc.), amigables con el ecosistema, concientizando sobre el consumo responsable y teniendo presente el cuidado sostenible de nuestro planeta tierra, espacio sagrado de nuestra diosa guerrera”, señala.
Bellísima indumentaria que usan en el cotidiano o si “segunda piel” como la llama Abisai. La propia del ceremonial legado de generación en generación como la que regala la madre del novio a la novia.
“Es por eso que NOHUI nace con el objetivo de dar a conocer a las personas que realizan estas piezas, el trabajo que implica la elaboración de cada una de las piezas elaboradas a mano y el conocimiento ancestral que es heredado de generación en generación y que sigue vigente en la actualidad”.
“Viajo para conocer el pasto y las oraciones que mis abuelos dejaron, para no olvidar de donde partí y cuál es mi destino”, remata Abisai.










