La columna de Chema Aznar

La columna de Chema Aznar: La Pila

El devenir nos somete a cascadas de algoritmos, miles de fractales, yuxtapuestas, especulares o especuladas, heterotopías que perceptualmente emergen, investidas en Gestalt, posibilidades formales, símbolos o códigos: formas computables en signos y números, oponiéndose a las realidades circundantes, determinantes, pero aun así, proyectables hacia posibilidades no construidas, pero si mil veces imaginadas. Los espacios de la cultura, las imágenes, el pensamiento, irán metamorfoseando, yuxtaponiéndose aceleradamente o quizá cambiando de manos y no precisamente humanas. Un nuevo talante tecnológico “construido” permitiría vivir selectivamente como en un hortus conclusus, huerto cerrado. ¿Sería parecido a las esferas geodésicas construidas por Jeff Bezos a modo de invernaderos en las oficinas de Amazon en Seattle? Desde este espacio creo que se escenifica un anhelo que podría ser realidad para este star-system de los negocios.

En una conferencia sobre el problema del crecimiento demográfico, realizada en la Catedral de Washington, según cita Marta Peirano en su libro Contra el futuro, Jeff Bezos refiriéndose a Elon Musk en cuanto a su propuesta de terraformación en Marte, llamado “el planeta B» dice lo siguiente: como mucho puedes duplicar la Tierra, pasas de diez mil millones de personas a veinte mil millones. Aunque el objetivo de Musk sea otro: la colonización extractiva de minerales raros. La solución de Bezos sería construir artefactos espaciales que rotaran a la vez con la tierra para asentamientos de colonias humanas. Como dice J.Bezos “como Maui en sus mejores días, tendrían ríos bosques y una fauna salvaje y podrías gastar grandes cantidades de energía sin dañar nuestro frágil planeta, pobladas por un millón de personas y con fácil acceso a la Tierra”, ¿no es premonitoria la imagen distópica hoy de las oficinas de Amazon en Seattle? Creo que los espacios concebidos desde el diseño de espacios geodésicos, bioclimáticos, para las oficinas de Amazon, anticipa su posibilidad en cuanto a un reparto de población discriminatorio y en consecuencia desigual, incluso se hace visible en las imponentes esferas, cúpulas geodésicas de sus oficinas, donde en su entorno se instalan tiendas de campaña, roulotte, iglús, etc., debido a la imposibilidad de muchos ciudadanos e incluso trabajadores de perfil medio de esta misma corporación, conseguir un alquiler es inasequible. La consecuencia de este encarecimiento es la instalación de las oficinas de Amazon en la ciudad de Seattle. 

Este planteamiento de colonias orbitales apareció en ficciones distópicas. Películas que parecen más cercanas a las tesis de Jeff Bezos, por ejemplo, Naves Misteriosas. Pero quizá la más ilustrativa, es la historia épica y trágica de Elysium. Según Jeff Bezos son posibilidades de futuro.

La ciudad sin arquitectura: No-Stop city de Archizoom
La columna de Chema Aznar: La Pila
Fotograma de la película Elysium

Otro planteamiento por el momento, no exclusivo, más bien sería sistemático, orgánico mecanicista, recursivo o alvear como lo define Franco Berardi. Este proyecto, llamado The Stack, la pila propuesto por Benjamin Bratton -diseñador, teórico, sociólogo e investigador- cuyo trabajo abarca el diseño, la filosofía y el arte, quien afirma que lo orgánico es parte de la automatización natural, fisiológica, en que hoy se van ubicando en un sistema de plataformas artificiales, encarnándose en una terraformación artificial de la Tierra, desde un diseño geopolítico hacia una actuación geotecnológica de coordinación automática. Las distintas capas, referidas como plataformas, son la tierra, nube, ciudad, dirección, interfaz, usuario.

Parafraseando a Benjamin Bratton de una forma esquemática, no determinante sobre las capas que constituyen el artefacto The Stack, la pila, podríamos ver qué entiende este investigador y diseñador sobre las distintas capas que la compone: 

Capa usuario: El usuario es catalogado como un ente dentro de un sistema que le otorga un rol, pero es subjetivamente una ilusión de empoderamiento de cargo, de agencia. El usuario se homologa según Bratton más como un astronauta del Apolo, adornos de capucha humana. Es una ilusión de control: “En esto, la capa de usuario de the Stack no es donde el resto de las capas son dominadas por alguna conciencia soberana; es simplemente donde sus efectos se personifican coherentemente.

Capa de interfaz: Interactúa entre los usuarios. Las capas técnicas a través de vectores verticales que se desarrollan hacia arriba y hacia abajo a través de la pila, y en la que the Stack cambia las imágenes en tecnología. Según Bratton «Una vez que una imagen se puede utilizar para controlar lo que representa también se convierte en tecnología: diagrama más computación es igual a interfaz».

Capa de dirección: el interés de Bratton está en lo que él llama discurso profundo, inspirado en la intertextualidad de Christopher Alexander centrado en el problema del contexto, por ejemplo, los edificios son depósitos portadores de información, en donde la dirección ubicua las cosas e interactúan entre ellas.

Capa de la ciudad: desde un aspecto ya obsoleto que alguna vez se abordó desde las geometrías del movimiento moderno. Ahora va emergiendo como lo propuso el grupo Archizoom: sin arquitectura, sin paradas. Parafraseando nuevamente a Bratton: nuestro planeta ya es la totalidad megaestructural en la que podría funcionar el programa de diseño total. El verdadero problema del diseño no es la autoría de una nueva envolvente… sino el rediseño del programa que reorganiza el aparato total… en el que ya estamos.

La columna de Chema Aznar: La Pila
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Capa nubes: Como el nexo gobernante the Stack, este orden identifica, produce y controla la información que puede moverse hacia arriba y hacia abajo, capa a capa, arreglando fronteras internas y externas y designando pasajes.

Capa tierra: Como la estética del grupo Superstudio, la pila terraforma la tierra, de acuerdo con un geodiseño aparentemente lógico, pero fortuito. Bratton , desde un tono poético, describe este panorama como una máquina de paisajismo. The Stack peina y retuerce áreas asentadas en terreno recién batido, enumerando puntos de entrada y salida y volviéndolos a representar como planos vidriosos de logística pura. 

Establece en su proyecto the Stackla pila”, automatizado en el planeta tierra, desde un entramado, reduciendo su complejidad a una metáfora formal geodésica. Envuelve el globo en alambres, convirtiéndolo en una bola de vidrio. Pero esta automatización, administrada por cascadas algorítmicas, se pregunta el mismo Bratton “¿Qué sentido tiene entonces? ¿Dónde encajamos?”. Los cuerpos humanos en estas cascadas algebraicas pueden ocupar distintas posiciones. Las más características en esta ecología es la del mediador intermedio, la de engranaje de trabajo. La omnipresencia de la maquinaria automatizada (tanto en la realidad como la planificación proyectiva) demuestra no que las máquinas animadas estén claramente separadas de los humanos, sino que tales enredos protéticos operan en diversas y variadas proporciones. Su posición en la capa de usuario cambia de un momento a otro.

Pero desde nuestro presente, podríamos percibir atentamente posibilidades e intuir un futuro o más bien diversas posibilidades especulativas de futuros, incluso reflexionar, reconsiderar incluso, las posibilidades del proyecto The Stack, de Benjamin Bratton.

Citas

Peirano, Marta. Contra el futuro. Resistencia ciudadana frente el feudalismo climático ed. Debate sociedad Barcelona 2020 

Dirección Blomkamp Neill, película Elysium, año 2013

Dirección Trumbull Douglas, película Naves misteriosas, año1972

Benjamin Bratton. The Stack on sortware and sovereignty hardback 978-0-262-02957-5 / MIT PRESS

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