La columna de Teresa Jular

La columna de Teresa Jular: Los pecados del diseño. 2

No sabía en lo que me metía cuando dejé abierto el tema en la columna anterior, comprometiéndome a seguir escribiendo sobre los pecados del diseño (1). En ella entoné un mea culpa sincero, aunque también retórico, mencionando mi propia contribución al consumismo, la obsolescencia programada y la generación de basura electrónica. No solo la dura, sino también y, sobre todo, la blanda.

Confieso que hoy me presento públicamente como Diseñadora y Agente de Transformación Circular y no hay «erres» que pueda aplicar a los millones de líneas de código HTML y PHP que he contribuido a generar en 25 años de ejercicio profesional. Sí varias «íes». Invisibles, Inservibles, Irrecuperables,… Pagadas con dinero púbico: Irresponsables.

Confieso que, cuanto más pienso sobre los pecados del diseño, más me cuesta rematar este segundo texto. Es muy probable que el visionado de la teleserie británica «Line of duty» (2) no me esté ayudando; estoy un poco empachada de rigorismo. Para purgarme, he vuelto a ver la invitación de la diseñadora Paula Scher a «ser serios, no solemnes» (3) y por fin me decido a compartir algunos observables, cuya calificación en pecados mortales, veniales, de omisión o incluso, no pecados, dejo al lector. 

Autoestima

Cuántas veces he visto caer a cero el controlador deslizante de la autoestima. El mío alguna vez, pero muchas más el de las personas más sensibles de mi equipo de diseñadores especialistas. Por ejemplo, cuando un cliente rechaza un logotipo o la interfaz de una web que tenían, creíamos, todo lo necesario para enamorar. Vivir como alma en pena hasta dar con la clave que consigue el acierto y así, subir otra vez a lo alto. Conseguir un premio de esos que alimentan la ilusión de que eres bueno en lo tuyo, pero sin recrearte en el disfrute demasiado tiempo, pues sabes bien que ese reconocimiento no paga facturas. 

Potenciómetro arriba, potenciómetro abajo, en ese sobresalto vivimos quienes nos ganamos la vida con el diseño. Y no se ecualiza más alto si eres diseñadora o diseñador comprometido con el asociacionismo en España, donde llevamos décadas luchando por situar la profesión en el lugar de dignidad, aprecio y aprovechamiento que otros países de nuestro entorno consiguieron hace tiempo. Eso sí, nos jaleamos entre nosotros mismos para mantener a raya la bajaestima. Para luchar contra ella, recopilé un día estos temazos musicales (4).

De-Crecimiento

Si consultáramos a los agentes del diseño español qué opinan del Decrecimiento, me temo que la casilla NS/NC sería respuesta mayoritaria (5). Aunque quiero pensar que también sería grande el rechazo a marcar Crecimiento económico ilimitado. No estar volcados en estudiar, pensar y debatir sobre el modelo de prosperidad al que nos gustaría contribuir es carencia de quienes afirmamos que «El Diseño cambiará el mundo». Aunque lo digamos en modo cariñosamente irónico, como lo hace Juli Capella (6).

Estrés

El miedo a perder proyectos por usar alguna vez la palabra «no», la aceleración inherente al uso de ordenadores en la ya de por sí rápida vida actual, y el abrazo generalizado del modo multitarea, conciliación incluida, genera desenfoques frecuentes y altas dosis de estrés. Y, como consecuencia, catástrofes: con una misma, con los colegas, con los clientes…. Mal servicio, mal diseño.

Individualismo

Donde no llegue el individuo llegará el colectivo; más despacio, pero mucho más lejos. Ahí lo dejo.

Trivialidad

O diletantismo, en la acepción de conformarse con poco, quedarse en la superficie de las cosas. Si el diseño, se entienda este como oficio, disciplina, metodología, como actitud o incluso como forma de vida, es algo potente, es porque se une al conocimiento y al propósito. ¿Qué conocimiento? Todo el que sea posible. ¿Qué propósito? La transformación radical que necesita nuestro modelo productivo. No tenemos tiempo para medias tintas. Y donde no llegue el individuo llegará el colectivo. Me repito, sí, no es un error.

Pedigrí

En mis diez años de vida asociativa en el ecosistema del diseño español, he asistido a lo que llamo «momentos pedigrí». Reuniones donde algún diseñador criticó a quienes ejercen (ejercemos) sin haber pasado por la formación reglada en diseño o donde se defendió el diseño gráfico como tractor del resto de las disciplinas, haciéndolas de menos. Lo mismo, pero del diseño industrial. En otras se ningunearon las aplicaciones emergentes (design thinking, diseño estratégico, todas las variantes del diseño digital) o se defendió que la moda es «otra cosa». Aún estoy esperando saber dónde llevan estas cuestiones identitarias en una profesión y un sector que cambia tanto como la sociedad a la que sirve.

Política

Política y Diseño, una pareja de hecho con muchos problemas de convivencia. Para afrontarlos, propongo una cita en un lugar hermoso donde puedan presentarse como si acabaran de conocerse. Y esperar que surja el amor (7).

La columna de Teresa Jular: Los pecados del diseño. 2
«Bueno, ya se ha comío», por Juanito Mediavilla

Para entendernos mejor
[Enlaces visitados: 18/09/2021]

(1) «Los pecados del diseño. 1»: enlace.

(2) «Line of Duty» es una premiada teleserie de 2012 cuyos protagonistas son detectives especialistas en asuntos internos que nos enseñan sus procedimientos de lucha contra las malas prácticas y la corrupción: enlace.

(3) La charla TED de Paula Scher titulada «Great design is serious, no solemn» está disponible en: enlace.

(4) READYMUSIC es una lista en Spotify concebida en Navidades de 2018 para animar a miembros de asociaciones de diseño. Puede escucharse de manera abierta en: enlace.

(5) Para quien no esté familiarizado con el concepto Decrecimiento, invito a empezar la exploración por esta entrada: enlace; y seguir después con las lecturas y vídeos que el blog decrecimiento.info nos propone.

(6) La 34 edición del Pechakucha Night València celebrada en abril de 2021 en Las Naves contó con una ponencia del arquitecto y diseñador Juli Capella titulada «El Diseño cambiará el mundo». #PKVN34 está disponible en: enlace.

(7) He descubierto hace poco a la profesora portuguesa Àngela Lacerda-Nobre. Aquí dejo una cita suya: «Hay tres cubos en la política. Uno está lleno de lo que se sabe; otro, tiene lo que se sabe que no se sabe; y el tercero, y más importante, tiene lo que no se sabe que no se sabe. La política permite hacer tortillas sin huevos, porque la idea, la imaginación, la posibilidad y la línea de toque, de trabajar los potenciales, de captar las visiones de lo que se puede materializar y completar, es una fuerza insuperable que impulsa los logros, los compromisos y los hitos políticos».
Donde dice política, pon diseño.

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