Paul Blow y la ilustración editorial británica

Paul Blow y la ilustración editorial británica. Old school, the best school

Y el arte de comunicar con un toque de humor

ESPN, Nike, The New York Times, Greenpeace, Washington Post, Harvard, BBC, Newsweek, Random House, Rolling Stone, Stanford, Time, The Wall Street Journal, Lufthansa, WeTransfer, Penguin Books, Wired,… Una cartera de clientes de este calibre, no solo nos da pistas de la verdadera dimensión de Paul Blow, también —y sobre todo— de la universalidad de un estilo único y reconocible que le ha permitido afianzarse en lo más alto de esta particular y siempre competitiva industria.

¿Y cuál es su secreto? Bueno, es difícil saberlo a ciencia cierta, probablemente ni él mismo sea consciente de ello, pero puestos a aventurar una respuesta podemos estar de acuerdo en que el talento natural es uno de ellos, el resto se divide entre la dedicación absoluta a una profesión a veces ingrata, y un afinado sentido del humor.

En un primer acercamiento las placas de Blow destacan por su sencillez formal y delicados toques de humor, entretejido en cada una de las pinceladas. Otro particularidad a remarcar son sus sutiles y numerosos cambios de etapa. Sí, todas están cortadas con la misma tijera pero todas vibran con energía propia. En el apartado técnico, llama especialmente la atención sus creaciones más recientes, retratos inconclusos a la luz de la golden hour que conectan con el observador desde la nostalgia y la familiaridad de momentos que nunca sucedieron. Pura fantasía sobre el papel.

Para terminar, la implementación de técnicas mixtas insufla a su propuesta un valor agregado notable. A continuación os compartimos una pequeña selección de imágenes que bien sirven para hacerse una idea del tipo de profesional al que nos enfrentamos.

Paul Blow y la ilustración editorial británica
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