Un lujo no, una herramienta
Aunque en los últimos años las llamadas gafas inteligentes nos han dado alguna que otra alegría, lo cierto es que ninguna terminó por cuajar del todo en el mercado y mucho menos en la memoria colectiva del techie promedio. Sus grandes aspiraciones en lo respectivo a las prestaciones terminaron por sepultarlas en el desván de los trastos confusos. Probablemente esta sea la clave de las gafas de Nimo Planet, una prometedora start-up californiana dirigida por Rohildev Nattukallingal, que ha conseguido un producto relativamente sencillo, realista y accesible que se presenta como una alternativa seria a los dispositivos portátiles tradicionales de uso comercial.
Robustas para unas gafas tradicionales pero llamativamente ligeras para tratarse de unas inteligentes, las Nimo son en esencia un ordenador. Sí, este impresionante gadget, que puedes reservar por 18 euros —y comprar por unos 800 euros—, cuenta con CPU RAM, ROM, wi-fi, Bluetooth, head tracking y micrófono. “Queríamos hacer que el hardware sea lo más simple posible y asegurarnos de que el sistema multipantalla funcione bien”, comenta Rohildev, y agrega: “Todo lo demás es secundario para nosotros. Por eso es que no tenemos cámara fotográfica, altavoz o sensores de profundidad. Las grandes empresas están intentando crear el nuevo estándar para el metaverso… Nosotros en cambio, queremos ayudar a la gente a trabajar en cualquier lugar sin comprometer su productividad”.
Por supuesto el tiempo dirá si se trata de un canto de sirena más, de los tantos que nos llegan desde las tierras de Silicon Valley,… o bien una verdadera postal de un futuro cercano. En fin, lo dicho, un lujo no, una herramienta.
