Aprendiendo a diseñar

En mi opinión, la mayoría de las escuelas de diseño sirven para más bien poco. Y lo digo con conocimiento de causa porque conozco de primera mano muchas de ellas. Creo que fallan por varias cosas; en primer lugar, en el programa, las asignaturas a penas están relacionadas entre ellas y al final, el alumno se limita a tratar de pasar exámenes. A penas dejan espacio para la experimentación personal, se suele decir que "cuando trabajes no vas a poder experimentar".

Un mundo feo, ¿Un diseño pésimo?

Un domingo como cualquier otro. Me levanto temprano para aprovechar el día. Hoy hace más sol que días anteriores. Salgo temprano a comprar el pan, la prensa, leer, tomar café,…. Pero hoy, quizás más sensible que otros días e inmerso totalmente en mi propia deformación profesional, paseando por mi ciudad he advertido que el mundo que me rodea (no utilizaré ningún eufemismo) es FEO.

El efecto dominó

Cuando vas en el metro, si te fijas, es raro el que no esté usando su iPhone o en su defecto su Blackberry, ya sea para mandar mensajes, consultar el correo, escuchar música o simplemente para jugar.

Cuando innovar es casi una obligación

Ya ha pasado una semana del cierre de la 50 edición del Saloni di Milano, y algunos aun seguimos aturdidos tras la oleada de novedades. Cada año diseñadores, fabricantes y apasionados del diseño siguen en todo el mundo el gran evento ya sea de cuerpo presente o vía internet.

Con filtro

El agua mejor cuando no está dentro de una botella, pero si hemos de usar alguna que sea Bobble.


Para fabricar una botella de plástico se derrochan 7 litros de agua. Teniendo en cuenta los millones de botellas (no sólo de agua) que se fabrican en un año, imaginaos los litros de agua y el plástico que se pueden llegar a malgastar.


Bobble está hecha 100% de materiales reciclados y además es recargable, reutilizable y reciclable.

Necesidad vs. deseo

Todos criticamos el consumismo, pero en cuanto sale a la venta un nuevo producto innovador o de moda nos apresuramos a comprarlo o, como poco, desearíamos tenerlo. Sabemos que, posiblemente, nos haría más fáciles algunas cosas y que nos daría una buena imagen social el hecho de poseerlo, pero en realidad también sabemos que podríamos seguir viviendo perfectamente sin él. ¿Dónde está entonces la línea divisoria entre la necesidad y el deseo de tener algo?

Si no sabes diseñar una lámpara en 5 minutos es que no sabes diseñar

No me mal-interpretéis que la frase no es mía. El título del post es una afirmación de un profesor que tuve y que utilizó para dar por acabada una clase de metodología.
Puesto que es una frase que ha acabado siendo bastante importante para mí como profesional y que me ha permitido comprender un poco mejor como se articulan los tiempos en el proceso de diseño industrial hoy, si me lo permitís, os contaré una anécdota.

«De» diseño

En todo el tiempo que llevo dentro de esto del diseño industrial nunca he dejado de escuchar la expresión “de diseño”. Una tienda “de diseño”, muebles “de diseño”, una cocina “de diseño”, una batidora “de diseño” o un restaurante “de diseño”.