Cooper y Casey. Desafiando las normas

El legado de Muriel Cooper y Jacqueline Casey en el MIT

Cuando en 1955 Jacqueline Casey fue reclutada por Muriel Cooper – su ex compañera de Massachusetts College of Art– para trabajar en la Oficina de Publicaciones del MIT (conocida también como Servicios de Diseño), difícilmente se podría imaginar entonces el impacto que la obra de estas diseñadoras tendría en las generaciones siguientes. 

Cooper y Casey hicieron del MIT su hogar creativo, al mismo tiempo que lo dotaron de una identidad potente y reconocible basada en los principios más innovadores del diseño europeo que, por aquellos años, establecía un nuevo paradigma para la profesión. Pero no sólo desafiaban los aspectos formales del diseño desde una mirada innovadora: también lo hacían con las normas profesionales de género de la época y su influencia en los jóvenes diseñadores comenzó a ser cada vez más significativa.

La heroína del diseño de la que probablemente nunca hayas oído hablar 

Muriel Cooper comenzó su relación con el MIT en 1952, trabajando como diseñadora freelance. En 1958, tras seis años de labor continua, deja en pausa su colaboración al obtener una beca Fulbright en Milán para estudiar diseño de exposiciones. 

Recomendada por Paul Rand –su mentor- regresa en 1963 para dedicarse por tiempo completo al instituto, convirtiéndose además en el primer director de arte del MIT Press, donde diseñaría alrededor de 500 libros, destacándose el diseño del libro “Bauhaus” publicado en 1969 como homenaje a los 50 años de la fundación de esta escuela alemana. En la década de 1970, estimulada por el potencial de los ordenadores para dar forma a los procesos de comunicación gráfica -y viceversa- creó el Visual Language Workshop. Para 1976 sus estudiantes en este taller literalmente derribaban el muro entre el diseño y la producción de medios, experimentando con una amplia variedad de nuevas tecnologías de computación, electrónica e impresión. Sus experimentos incluyeron una innovadora interfaz que sumergía a los usuarios en un panorama tridimensional de información. Todo esto dio lugar más tarde, en 1985, al MIT Media Lab, del que fue cofundadora.

Los estudiantes del MIT tenían antecedentes e intereses muy diversos y Cooper enfatizó un enfoque generalista, alentándolos a cambiar con flexibilidad entre las tareas editoriales, producción, impresión, composición tipográfica y diseño. 

A principios de la década de 1980, Cooper obtuvo importantes fondos de la Asociación de Publicidad Exterior y fue pionera en el desarrollo de impresoras a gran escala que podrían producir rápidamente gráficos de alta resolución del tamaño de una valla publicitaria y, finalmente, fotografías a todo color.

Alrededor de este tiempo, se le pidió a Cooper una biografía concisa de 250 palabras. Nada la define mejor que las 65 palabras (en inglés, algunas más en español) que finalmente ella utilizó para resumir su carrera: 

Muriel Cooper

Primer diseñador / director de arte MIT Office of Publications | Beca Fulbright, Milán, Italia / Consultoría Muriel Cooper Media Design | Director de Medios MIT Press / actualmente Director Visual Language Workshop | Profesor Asociado Departamento de Arquitectura / Director de Proyectos Especiales MIT Press.

Sus preocupaciones siempre han sido con los comienzos y el proceso. Más con el cambio y la tecnología y sus significados para la comunicación humana, que con la rigurosa teoría y estilo del diseño gráfico.

Paradójicamente su impronta pionera y su influencia no fueron reconocidas en toda la dimensión que merecía. Tanto es así que, en 2007, un artículo del New York Times la nombró como «la heroína del diseño de la que probablemente nunca hayas oído hablar.

Muriel Cooper murió inesperadamente de un aparente ataque al corazón a la edad de 68 años, el 26 de mayo de 1994 en el Centro Médico de Nueva Inglaterra en Boston. En el momento de su muerte, ella todavía estaba activa como profesora a tiempo completo y era la primera y única profesora titular en el MIT Media Lab. Aproximadamente un año después, una exposición retrospectiva en el Media Lab revisó su vida y carrera. Y en 1997, el Design Management Institute estableció un premio en su nombre que «honra a un individuo que, como la propia Muriel, desafía nuestra comprensión y experiencia de la comunicación digital interactiva». En 2014, la Galería de Arquitectura Arthur Ross de la Universidad de Columbia organizó una retrospectiva de su trabajo titulado Mensajes y medios: Muriel Cooper en el MIT.

El estilo tipográfico internacional llega al MIT

Jacqueline Casey fue nombrada Directora de Diseño del MIT Press en 1972, asumiendo esta posición cuando su colega se enfocó en la creación del MIT Visual Language Workshop junto al diseñador Ron MacNeil, y rápidamente ganó una destacada reputación por sus llamativos carteles que promocionaban eventos artísticos y académicos en el campus. 

El estilo tipográfico internacional desarrollado en Suiza, en particular por diseñadores como Karl Gerstner, Armin Hofmann y Josef Müller-Brockmann, fueron una clara influencia en la obra de Casey, que adoptó los nuevos –por entonces- tipos de letra suizos Helvetica y Univers casi exclusivamente, combinando la tipografía con formas geométricas audaces y planos de color contrastantes. La precisión y la claridad del diseño suizo de la posguerra, en el que se basó gran parte de su trabajo, a menudo estaban atemperados con metáforas, ingeniosos acertijos de palabras y dobles significados apropiados para su audiencia académica. Usando además colores llamativos, humor y modernidad, sus carteles generalmente consistían en una llamativa imagen o tipografía audaz, acompañada de detalles informativos en texto pequeño.

Hablando de sus diseños en 1988 –un año antes de jubilarse- Casey decía:

“Mi trabajo es hacer que cualquiera se detenga ante una imagen cautivadora o desconcertante, tentar al espectador a leer el mensaje en letra pequeña y, sobre todo, lograr que asista a la exposición”.

Cuando se retiró en 1989, se unió al MIT Media Lab como investigadora de diseño visitante. Falleció en 1992 –dos años antes que Muriel Cooper- a la edad de 65 años como consecuencia del cáncer.

Hoy, Casey es admirada como una diseñadora innovadora que rompió las barreras de género profesionales y elevó el diseño dentro de la cultura de MIT. Su trabajo está incluido en las colecciones permanentes de la Biblioteca del Congreso, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y el Museo Cooper-Hewitt. Además, el MIT montó una exposición del trabajo gráfico de Casey en 1992 y nuevamente en 2012.

Personal, creativo, visionario, elegante, son algunas de las palabras que se utilizan habitualmente para describir el trabajo que Jacqueline Casey realizó durante más de 30 años para el MIT.

Cooper y Casey han sido un claro ejemplo de cómo involucrar la imaginación de los espectadores en cada proyecto junto con su propia imaginación. Cruzaron los límites impuestos por las barreras de género con inteligencia, talento, creatividad e innovación. Y definieron el diseño que se realizaría en el MIT a partir de su presencia, como un verdadero acto de invención.

Todas las imágenes de Casey pertenecen a las colecciones de Arquitectura y Diseño del Museo MIT. Todas las imágenes de Cooper pertenecen al Departamento de Papeles, Archivos y Colecciones Especiales de Muriel Cooper, Massachusetts College of Art and Design.

Puedes ver este artículo en Experimenta 83.

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