Atrevida, efectiva y funcional
Knom, la agencia creativa madrileña fundada por Sílvia Mocholi y Curra Ríos en 2014, ha sido la elegida para desarrollar el nuevo sitio web de Mugaritz, el icónico restaurante donostiarra capitaneado por Andoni Luis Aduriz, considerado como uno de los máximos referentes de la llamada nueva cocina española.
Teniendo en cuenta las complejas y volubles características del sector y, más aún, el calibre y línea de trabajo del cliente, la propuesta de la gente de Knom debía como poco ser arrolladora: «Se podría decir que Mugaritz trasciende los límites de un restaurante corriente, identificándose más bien con un espacio de exploración conceptual. Por este motivo, el reto principal de Knom a la hora de abordar el proyecto residió en trasladar la experiencia física, la filosofía vanguardista y la trayectoria de Mugaritz al plano digital; evitando caer en una web al uso donde se perdiera el carácter contemporáneo que tanto lo caracteriza», comenta Mocholi y agrega: «Esta necesidad llevó a buscar una solución que combinara un diseño innovador con la profundidad conceptual del espacio gastronómico. Además, se ha querido alinear su experiencia digital con la física para dar forma a las expectativas de sus futuros comensales, preparándolos, sobre todo mentalmente, para lo que se van a encontrar una vez allí e iniciando el viaje mucho antes de cruzar la puerta del restaurante».
Ya en la mesa de trabajo y con las ideas más que claras, la gente de Knom se decantó por el diseño de una narrativa disruptiva, una que empujase al usuario a realizar una exploración conceptual similar a la que caracteriza la propuesta gastronómica de Mugaritz. Así, e inspirados en el imaginario del propio nombre (muga = frontera en euskera) se concibió un paisaje imponente, cuyo omnipresente corte longitudinal une y separa al mismo tiempo, dos relatos gráficos y narrativos completamente diferentes.
«La nueva web invita a los visitantes a traspasar esas fronteras, tanto físicas como mentales, a través de una navegación partida en dos. Por un lado, mostrando una previsualización de algunos de sus platos icónicos. Por el otro, hablando sobre su concepto creativo y transmitiendo de qué trata Mugaritz. La página web no solo sirve como una ventana al restaurante, sino que se convierte en una extensión de la experiencia que los comensales vivirán al visitar este espacio».
Otro aspecto a destacar y para nada menor, es la usabilidad. Aunque sobre el papel este juego de solapamientos de superficies podrías sonar como poco engorroso, lo cierto es que todo resulta sumamente intuitivo, casi familiar. En parte esto se debe al soberbio ecosistema tipográfico y la brutal labor en el apartado fotográfico. La magia se termina de obrar con la arriesgada elección de una paleta de colores no apta para cardiacos. Todo impecable.
La nota final es sin duda para el diseño e implementación del logotipo. Brutal. En un acertado homenaje al roble, concepto presente también en el nombre del restaurante (haritz = roble en euskera), los de Knom dieron vida a un elemento gráfico impecable, tanto en forma como en función. Simétrico pero orgánico, robusto pero dinámico,… Lo dicho, atrevida, efectiva y funcional.









