Se llama Foam-Can y convence
Existen pocos productos más universales, familiares y en apariencia, intrascendentes como las latas de aluminio para bebidas. Su forma y función está tan profundamente arraigada en el imaginario social que pocos, por no decir nadie, se les ha ocurrido objetar su diseño y menos aún, proponer una mejora. Bueno, hasta ahora.
Las novedades en esta ocasión llegan desde Japón y de la mano de —como no podía ser de otra manera— Oki Sato, el prolífico y versátil diseñador nipón fundador de Nendo. Su propuesta se llama Foam-Can y se trata de una lata de aluminio especialmente desarrollada para consumo de cerveza y en concreto, para mejorar el ratio de disipación de su tan valorada espuma, un elemento clave a la hora de una degustación adecuada.
«Se considera que la espuma de la cerveza es esencial para que la cerveza tenga mejor sabor, al menos en Japón. Esto se debe a que una capa de espuma con el grosor adecuado actúa como una tapa para evitar que la cerveza entre en contacto con el aire, y evita que libere aroma, sabor y carbonatación», comenta Sato y agrega: «En el mercado cervecero nacional, la cerveza para uso comercial generalmente se envía en botellas o tanques, mientras que la mayor parte de la cerveza para consumo doméstico es en lata. En este último caso, sin embargo, es difícil crear una espuma ideal al servir de una lata a un vaso. Hay dos principios principales de las burbujas que se forman a partir de la cerveza enlatada, además del factor derivado de sus materias primas: la caída repentina de la presión dentro de la lata cuando se abre y la fricción que se produce entre la lata y el líquido al servir. A través de nuestro estudio, se ha encontrado que si la anilla de apertura no abre completamente la lata, la presión se concentra en la abertura estrecha. Al mismo tiempo, al servir, el área de la cerveza en contacto con la tapa aumenta, lo que facilita la formación de burbujas».
Basándose en esta investigación, un equipo compuesto por Shun Naruse, Maya Watanabe y el propio Sato, diseñó una nueva lata con dos anillas de apertura. Las distancias ligeramente diferentes entre cada anilla y la tapa cambian el grado de apertura. «Cuando se abre la lata con la primera anilla, la tapa se abre un poco para crear más espuma. Una vez que el vaso está medio lleno de burbujas, se debe dejar de servir y esperar a que las burbujas se asienten. Luego, abre la segunda anilla, que abre la tapa por completo, y vierte suavemente el resto debajo de la espuma. De esta manera, ahora se puede lograr fácilmente con cerveza enlatada un vaso con una proporción líquido-espuma de 7:3, la llamada proporción áurea».










