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Museo del Árbol

Esta es una nueva publicación mensual –cinco ediciones a la fecha–, que desde setiembre 2010 circula en Internet, gracias a la alternativa y posibilidades tecnológicas que brinda a los usuarios la plataforma Issuu.com.
Su diseño procura una lectura fluida, debida a las alturas de los cuerpos tipográficos utilizados, a un amplio interlíneado y a la simpleza en la composición de las páginas.


Portada de Museo del Árbol No. 1, septiembre 2010.


Portada Museo del Árbol No. 2, octubre 2010.

Las fotografías son aportadas por los más importantes fotógrafos del país, entre ellos Joaquín Murillo, Giancarlo Pucci, Maurizio Bianchi y presentado proyectos de notables artistas como Cecilia Paredes, Cecilia Brugnini, Vera Schoepe, Luis Chacón, Naín Artjoy, entre otros.


Portada Museo del Árbol No. 4, diciembre 2010.


Portada Museo del Árbol No. 5, enero 2011.

¿Por qué el nombre de museo para una publicación web?
En un museo se protege, contempla, proyecta, investiga, documenta y reflexiona acerca de la contemporaneidad y sus lazos con la historia y la sociedad; Museo del Árbol asimila la cultura del árbol y representa una investigación en proceso, cambiante como también lo es el árbol. Por lo tanto, al visitarlo en la web se abren las “páginas-salas” de un espacio virtual donde observar fotografías, dibujos, pinturas, instalaciones, esculturas, pero también leer narrativa, poesía, ensayos, teniendo como figura central al árbol, valorando sus significados y trascendencia en nuestras vidas. Dicen que estas criaturas de la naturaleza quizás no necesitan de nosotros, pero nosotros sí dependemos de ellos como entes purificadores del oxígeno y mitigadores del calentamiento que sufre el planeta, además de las maderas obtenidas por procedimientos de reforestación, sus frutos y otros productos derivados de una explotación tolerante, científica, mediada por el diseño.


Páginas de la primera edición con fotografías de Joaquín Murillo.

No al uso del papel
Kahlil Gibran
decía que los árboles son un poema con que la Tierra engalana al cielo, pero nosotros los cortamos y convertimos en papel, para dejar constancia de nuestro vacío. Entonces, para llenar esa carencia de naturaleza tan interior, los individuos de hoy consumimos toneladas de papel, atiborramos de basura los centros urbanos y talamos cientos de bosques. Si dejáramos de servirnos tanto del papel, estaríamos contribuyendo con la protección del planeta, en tanto que su fabricación es una de las industrias más contaminantes.


Páginas de la edición No.2, fotografía de L.F.Q.

¿Por qué una revista virtual?
Para la publicación de Museo del Árbol –que tiene su sede en Costa Rica–, sus editores escudriñan páginas, blogs, redes sociales buscando el material editorial; la mayoría de sus artículos son colectados en esa búsqueda constante en Internet. Se trata de una forma diferente de hacer cultura hoy día, redimensionando la conciencia de protección, pero también trata de incentivar la siembra de árboles y, sobre todo, para brindarles amor a través de su contemplación activa.


Páginas de la edición No. 3, con fotografías de Giancarlo Pucci, Fundación Árboles Mágicos.

No resta que en un futuro –tal vez no tan lejano–, este proyecto pueda contar con un espacio físico o museo al aire libre donde observarlos en vivo, andar entre árboles, vigorizar nuestro cuerpo y alimentar el espíritu mediado por la energía vital que brinda el bosque.


Páginas de la edición No.4, con fotografía de Maurizio Bianchi.

2011 Año Internacional del Bosque
Hay quienes siembran árboles por tradición, hay quienes científicamente los cultivan para obtener maderas y mejorar sus frutos, pero hay quienes con amor proyectan esa energía que también es fundamental para motivar su crecimiento –en tanto y como se dijo–, el árbol es un ser vivo, sensible, con alma. Agregaría lo siguiente: para verlos formar el bosque, sobre todo en este año cuando UNESCO declaró al 2011 Año Internacional del Bosque.


Páginas edición No.5, fotografía de L.F.Q.


Páginas edición No. 5, de la Fundación Árboles Mágicos de Costa Rica.


Páginas edición No.5, con fotograías de Luis Monge.

Los editores de esta publicación expresan que sembrar árboles requiere de paciencia y constancia, para verlos brotar, crecer, madurar y dar frutos; estos mismos calificativos les requiere este proyecto, y consideran que al visitarlo, los usuarios de Internet lo apoyan premiando sus esfuerzos.
 

Un comentario en “Museo del Árbol”

  1. Buenos días amigo y colega Luis Fernando, viendo de vez en cuanto las informaciones que pones en tu página web sobre los árboles (entre otras cosas también como la protección de obras de arte en Cartago, la ciudad de mis antepasados) se me ocurre comentarte que los árboles han sido una parte muy destacada de mi trabajo artístico y evolución. A través del tema de los árboles, bien en forma de cuadros y objetos es que salté a la escultura en los años 80s. Te felicito por tu constancia sobre este tema tan importante en nuestro país, y si quieres, te acerco imágenes de algunos de mis árboles para que los veas, toda vez que es muy poco lo que en Costa Rica se sabe de mi trabajo que me es tan familiar y que nos gusta tanto a ambos. Un cordial saludo !

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