Cuando el diseño trasciende un producto
Oddity, la famosa agencia creativa taiwanesa propiedad de Alice Mourou, ha completado un soberbio proyecto gráfico en el que desde una propuesta aparentemente simple, con apenas elementos y desprovista de color, se ha conseguido trascender el producto y posicionar a la marca en una clara situación de ventaja frente a la competencia.
Se trata de Carbonation, una marca de coctelería carbonatada con sede en Kowloon, Hong Kong, que busca poner patas para arriba este pujante sector de las bebidas alcohólicas de la gran urbe asiática.
Lo primero que hay que decir sobre la propuesta es: wow! Solo a la gente de Oddity se le podría haber ocurrido (y animado) plantear un sistema así para un producto relativamente tradicional. No hay forma de que un consumidor promedio reconozca o al menos intuya, que una botella de Carbonation es, de hecho, un cóctel espumoso. Aún así, por alguna razón que solo los elegidos pueden entender, la idea funciona. Genera apego, trasmite exclusividad,… lo dicho, funciona.
«El lenguaje visual se basa en la forma de las burbujas y cómo estas forman una suerte de alfabeto para transmitir el mensaje de marca cargado de estética local y exclusividad. La propuesta es lúdica y llamativa, pero a la vez madura e inteligente. Incluso el logotipo se integra fácilmente en este juego artístico. La forma de las burbujas también se utiliza para crear elementos complementarios como abridores de botellas, tarjetas de presentación, posavasos», comenta Mourou.
Efectivamente, el equipo a cargo de la cuenta compuesto por Alan Wa Lun Wong, Nikita Shchukin y la propia Alice Mourou, decidió apostarlo todo a una serie de ilustraciones de corte iconográficas que de una forma «muy libre», consigue insinuar la particular naturaleza de las burbujas.
En negro sobre blanco, un ecosistema tipográfico liderado la versátil Italian Plate No.1 Expanded, de Jonas Hecksher, termina de redondear una idea tan arriesgada como atractiva.
La nota final es para el sitio web de Carbonation, refrescante es poco. Un caos ordenado, lleno de animaciones y explotando las posibilidades que «las burbujas» de Oddity son capaces de ofrecer.
