Diseño en serio: la columna de Rodrigo Martinez en Experimenta

La columna de Rodrigo Martínez: Cultura de di****

Cultivo; conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. Son las primeras acepciones del diccionario para el término cultura. La suma etimológica de los términos “cultura” y “diseño” debería bastar para entender el concepto cultura de diseño.

Personalmente, entiendo este concepto como la capacidad de reconocer el valor del diseño en un contexto específico: en el seno de una organización o empresa, en el conjunto de un sector o colectivo, o en un marco social y geográfico específico. El valor atribuible por un individuo, un colectivo o un sistema. Esta visión, abre una discusión más allá de la existencia o no de una cultura de diseño en cualquiera de estos niveles. Así, podríamos preguntarnos si hay mucha o poca cultura de diseño, o incluso hablar de buena o mala cultura de diseño.

Soy consciente de que la atalaya que me brinda Experimenta me permite dirigirme a un conjunto de personas conversas en la fe del diseño. Sin embargo, escribo este artículo con el propósito de impactar, a través de ti como lector, en el individuo anónimo, desconocedor de nuestras prácticas y rituales. ¿Por qué? Porque la comprensión -o la definición- del término diseño por la sociedad (el sistema) difiere de la que entendemos desde nuestro colectivo. Tenemos que cultivar.

Cuando tenemos ocasión de explicar qué entendemos por diseño, nos enredamos en los matices, nos encargamos de dejar claro que es lo que NO es, e incluso ahondamos en todo tipo de explicaciones sobre cómo ha sido la evolución de la disciplina y sus metodologías. Elevar el nivel de la conversación, no hace más que complicar su comprensión.

Bujadin Boskov no es ningún experto o especialista en la materia. Fue un futbolista y entrenador serbio, que además de por sus éxitos deportivos, pasó a la historia por su elocuencia y capacidad de síntesis. Ofrecía conclusiones que cualquiera podía entender: “Fútbol es fútbol”, “Si ganamos seremos triunfadores, si perdemos seremos perdedores”, “Ganar es mejor que empatar y empatar mejor que perder”. Ojalá pudiésemos hacer cultura de diseño con argumentos tan rotundos y sencillos.

Los esfuerzos de promoción y divulgación del valor del diseño abarcan demasiado y principalmente se dirigen a un colectivo o al sistema. En ocasiones incluso están orientados a varios colectivos y sistemas al mismo tiempo. Y ya sabemos lo que reza el dicho: “Quien mucho abarca …”. Lo queremos todo y no modulamos el mensaje para cada tipo de oyente. Una organización goza de cultura de diseño cuando sus individuos comprenden el valor del diseño. De igual modo, una sociedad goza de cultura de diseño cuando sus individuos y colectivos comprenden el valor del diseño. Para conquistar al colectivo, es necesario impactar en el individuo. 

¿Qué hemos hecho para poder “cultivar” el diseño en la sociedad? La organización de eventos, charlas, exposiciones, grandes ferias, conferencias, etc. son sin duda una práctica encomiable y necesaria para mejorar y elevar la cultura de diseño, pero tengo la sensación de que no consiguen impactar en el conjunto de la ciudadanía. Si preguntásemos ¿Qué es diseño? a un viandante al azar, a nuestra vecina, a un familiar… ¿Cuál crees que sería la respuesta?

Pareciera que Boskov, en una de sus lecciones magistrales, nos quisiera dejar algunas ideas: “El fútbol engancha porque es simple y es bello porque es sencillo”. Y advertía: “Cuanto más lo complicas, empeora”. El diseño es un proceso estratégico de resolución de problemas que impulsa la innovación, construye el éxito comercial y conduce a una mejor calidad de vida a través de productos, sistemas, servicios y experiencias innovadoras. Y ahora la versión simplificada: Un proceso para la innovación que impacta en la vida de las personas.

Si el problema está en el uso y la comprensión del término diseño, deberíamos difundir sólo su aportación: Cultura de di****.

Propuesta de definición de cultura de diseño. Rodrigo Martínez, 2022.
Propuesta de definición de cultura de diseño. Rodrigo Martínez, 2022.

 

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